Argentina modificó la Ley de Migraciones con el fin de agilizar la deportación de ciudadanos extranjeros que hayan cometido delitos, al tiempo que fortaleció los controles para la entrada de personas al país sudamericano, se informó el lunes en el Boletín Oficial
Con la medida se acortan los tiempos para definir la expulsión de un extranjero con antecedentes penales y se establece que no podrán ingresar personas que presenten documentación falsa u omitan informar sobre sus antecedentes penales, los que cumplan condena o tengan antecedentes.
“Ante recientes hechos de criminalidad organizada (…) el Estado Nacional ha enfrentado severas dificultades para concretar órdenes de expulsión dictadas contra personas de nacionalidad extranjera, como consecuencia de un complejo procedimiento recursivo”, indicó el decreto.
“La población de personas de nacionalidad extranjera bajo custodia del Servicio Penitenciario se ha incrementado en los últimos años hasta alcanzar en 2016 el 21,35 por ciento de la población carcelaria total”, agregó.
La expulsión del país por cometer o participar en un delito “doloso” también implica una prohibición de reingreso por un mínimo de 8 años y puede llegar a ser permanente.
La vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, afirmó que la medida no tiene nada que ver con la adoptada por el presidente estadounidense Donald Trump, que pretende vedar el ingreso al país de inmigrantes o refugiados.
Estados Unidos paralizó el programa de refugiados y puso un veto a la entrada de ciudadanos de siete países, mayoritariamente musulmanes.
NOTIZULIA / Reuters
