Belén renació en Maracaibo con el Pesebre de Canchancha

Belén renació en Maracaibo con el Pesebre de Canchancha

Rafael E. Fernández

Abrir puertas y corazones para admirar y encantarse con el Pesebre de Canchancha, es la invitación que hace la familia Cifuentes desde 65 años, para que juntos recorran la escenificación de Belén en el patio de su casa.

Desde este martes 20, a las 10 am, darán la bienvenida a quienes visiten y esta edición la cual está dedicada al maestro Fruto Vivas.

Con mucha emoción Nicanor Cifuentes Gil, narra cómo surgió esta iniciativa de su abuelo Guillermo Cifuentes Montiel, nativo de Granada (Nicaragua), quien aprendió de su mamá la tradición de la pesebrería. “Al llegar a Maracaibo en 1958, decidió el 16 de diciembre construir el primer pesebre, en homenaje a su primogénita Elisa Cifuentes”.

“Desde entonces mis abuelos Guillermo y María de La Cruz Gómez Álvarez, comenzaron a recrear el lugar donde nació el Mesías, regalándole a la ciudad un pesebre que ha logrado reunir cerca de dos mil figuras, venidas de los cinco continentes y en esta oportunidad se contó con el apoyo de la Misión Venezuela Bella”, precisa Nicanor

La familia Cifuentes cumple 65 años con la tradición

Van seis décadas y media desde que Guillermo Cifuentes Montiel eligió la sombra del árbol de uva de playa, rodeado de mariposas amarillas para ambientar el nacimiento de Jesús, el cual pasó de tradición familiar a patrimonio cultural de la ciudad y cada año se incluyen nuevas semblanzas en el Pesebre; llenas de luminosidad; precisa Nicanor.

Guillermo Cifuentes y su esposa María de La Cruz Gómez “Maruja”, estuvieron en tierras santas investigando cómo eran los pesebres en el mundo, viajaron a Europa, Israel, África y otros países de América, para incluir todos esos conocimientos en el Pesebre de Canchancha. Trajeron figuras auténticas de los cinco continentes.

Cada Navidad familias peregrinan al “Belén que renació en Maracaibo”, ocupado por un extenso patio que da vida al pesebre, en cuyo recorrido se encuentra Belén, Jerusalén y Venezuela. La evidencia de estos paisajes las refleja Nicanor Cifuentes Gil

Nicanor Cifuentes Gómez, es poeta y define que el Pesebre de Canchancha, “no es la casa de la cultura, sino la cultura de la casa, porque reúne los abrazos fraternos entre cultores, cantores, músicos, familias, vecinos, amigos y turistas. Es un compartir emotivo, que forma parte de un arraigo de hermandad, propio de los hijos de Dios”.

Un mágico rincón de encuentros y tradiciones

Luego de la desaparición física de sus padres, Nicanor Cifuentes Gómez continúo con la tradición que se mantiene hasta la fecha. Siendo enfático al afirmar que “el pesebre nunca se termina, porque es similar al proceso de la vida; es cambiante como nuestra América; además es un acto que motiva el compartir en familia”

Explica Cifuentes Gómez que el pesebre tiene tres áreas: el pueblo de Belén, Jerusalén (de la época de Jesús) y una parte de Venezuela; además de las cavernas debajo del pesebre, al cual llamó el Museo de Jerusalén. Cuenta con la única réplica en mármol, del lugar donde nació Jesús y doce tablillas de cedro con pasajes bíblicos.

De Venezuela hay representaciones de la Iglesia de las Tres Cruces de Coro, un galpón andino y dos casas típicas del Maracaibo de ayer.

También verán las “Murallas de  las Siete Puertas”, el Palacio de Herodes, la Mezquita de Omar y el Convento de San Francisco de Asís, padre de los pesebreros.

Se incluye además el desierto del Sahara, los camellos y camelleros, cuyas piezas proceden del Medio Oriente, Israel y Damasco; los elefantes de la India; el imponente Faro de Alejandría guía con su luz al nacimiento del Niño Jesús, junto a la Virgen María, San José, la mula y el buey.  Muy cercano se observa la llegada de los Reyes Magos. Es un ambiente de luces multicolores que demuestran un trabajo minucioso de los artesanos.

Visita el Pesebre de Canchancha

Así como la estrella llevó a los Reyes Magos y a los pastores, al encuentro del humilde pesebre donde nació el hijo de Dios, en la zona norte de Maracaibo se ofrenda a este humilde origen, con el Pesebre de Canchancha, abierto hasta el 2 de febrero, Día de la Virgen de La Candelaria.

Es oportuno visitar este trabajo familiar, que con apoyo cada vez más creciente, cautiva a quienes acuden al patio pesebre, para seguir creyendo en la humildad del niño Jesús. Es un sitio de reunión, fe, abrazos, devoción y un viaje al pasado, que llena de alegría las navidades zulianas.