Boeing ha acordado declararse culpable de un cargo de conspiración de fraude criminal y pagar una multa de 243,6 millones de dólares para resolver una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre dos accidentes mortales de 737 Max, según un escrito registrado en un tribunal de Texas este domingo. El acuerdo de culpabilidad requiere la aprobación de un juez, pero los familiares de las víctimas de esos accidentes lo consideran demasiado suave. En todo caso, de ser confirmado, señalaría al fabricante de aviones como un delincuente convicto en relación con los accidentes en Indonesia y Etiopía durante de 2018 y 2019 en los que murieron 346 personas en los vuelos 610 de Lion Air y 302 de Ethiopian Airlines.
Los fiscales federales dieron la semana pasada al gigante aeronáutico estadounidense la opción de declararse culpable y pagar una multa como parte de su condena o enfrentarse a un juicio por el delito de conspiración para defraudar a Estados Unidos. Los fiscales acusaron a Boeing de engañar a los organismos reguladores que aprobaron el avión y los requisitos de formación de pilotos para el mismo.
Como parte del acuerdo, Boeing se compromete a pagar una multa de 243,6 millones de dólares, la máxima contemplada por la ley, que se suman a una multa anterior de 243,6 millones de dólares que la empresa ya ha pagado. El fabricante de aviones aceptará invertir “al menos 455 millones de dólares en sus programas de cumplimiento y seguridad”. La empresa también será puesta bajo vigilancia y estará sujeta a un supervisor independiente de cumplimiento durante tres años. Además, el consejo de administración de Boeing tendrá que reunirse con los familiares de los fallecidos en los accidentes del Max, según el acuerdo, pendiente de aprobación judicial. El Departamento de Justicia dijo que esperaba presentar el acuerdo por escrito ante el tribunal antes del 19 de julio.
Boeing también aceptó pagar una multa de 200 millones de dólares a la Comisión de Valores y Bolsa (la SEC, por sus siglas en inglés). La compañía y su antiguo consejero delegado Dennis A. Muilenburg aseguraron en público que el 737 Max era “tan seguro como cualquier avión que haya surcado los cielos” pese a que ya sabían que algo fallaba. La SEC concluyó que engañaron a los inversores y les impuso esa una multa de 200 millones de dólares a la compañía y otra de un millón al directivo, según anunció el organismo supervisor en septiembre de 2022. Ese dinero no iba paralas víctimas sino para los inversores.
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