Rafael E. Fernández
Cuenta una antigua leyenda nórdica que cada 21 de diciembre, el espíritu de la Navidad llega a los hogares que la celebran. Proveniente de una galaxia lejana, un viajero errante se embarcó una aventura que culminó con su aterrizaje en la Tierra, en la región que ahora se conoce como Escandinavia.
Según el relato, este ser espiritual se distinguía por su felicidad contagiosa, sus deseos de paz, amor y armonía, y regalos para los creyentes.
Su llegada significaba prosperidad para el año nuevo, por lo que muchas familias le siguen rindiendo tributo y se preparan para la fecha en la que su espíritu regresa.
Aunque esta celebración no pertenece a ninguna religión, sí promueve la reflexión espiritual por medio de rituales.
El espíritu de la Navidad, tradicionalmente, se recibe con un ritual efectuado el 21 o 22 de diciembre, entre las 10 p. m. y 12 a. m., cuando desciende para acompañarnos en las fiestas navideñas. Las familias se reúnen en el hogar, por lo general con un festín a su disposición.
Así puedes preparar tu hogar para el espíritu de la Navidad
- Limpia y ordena tu casa.
- Enciende incienso de mirra en la mañana e incienso de mandarina al mediodía.
- Coloca una estrella de puntas en algún lugar visible de tu casa, para que su espíritu ilumine al hogar y a sus habitantes.
- Enciende velas rojas y doradas, preferiblemente en números impares.
- Haz una lista de peticiones o deseos para tu vida, y sácale dos copias a esa hoja. Puedes conservar la original para que al siguiente año revises cuáles fueron los deseos que se cumplieron.
- Quema el papel con los deseos cumplidos.
- A partir de las 22:00, da la bienvenida al espíritu de la Navidad y bendice tu carta con una oración.
Agencias.
