Rafael E. Fernández
Un estudio reciente realizado por el Centro de Investigación Equilibrium Cende revela la alarmante situación salarial en Venezuela. Según los resultados de la encuesta, solo el 7% de los venezolanos mayores de 18 años obtiene un ingreso mensual superior a los $350.
Esto representa un gran desafío para la mayoría de los ciudadanos, ya que apenas cubre parcialmente o casi en su totalidad el costo de la canasta básica mensual. En contraste, un amplio porcentaje de la población vive con ingresos extremadamente bajos, situándose entre los cinco y los 100 dólares mensuales.
El estudio revela que aproximadamente 11 millones de venezolanos se encuentran en esta situación de bajos ingresos, luchando diariamente para sobrevivir. Entre ellos se incluyen jubilados, pensionados y trabajadores del sector público, quienes dependen de bonos y ayudas del Gobierno para cubrir sus necesidades básicas.
En este grupo, un 50% se apoya en remesas internacionales provenientes de familiares que residen en el extranjero, lo que muestra la dependencia económica de estas transferencias.
Asimismo, el informe destaca una brecha de género significativa en esta desigualdad salarial. El 58% de las personas en esta situación son mujeres, mientras que solo el 25% de los hombres logra superar los 200 dólares mensuales.
La desigualdad de género persiste en el mercado laboral, limitando las oportunidades económicas para las mujeres.
En contraste con esta realidad, el estudio también revela que solo el 2% de la población, aproximadamente 430 mil personas, tienen ingresos superiores a los 550 dólares. Esta cúpula de ingresos refleja una gran disparidad económica en el país.
La desigualdad salarial en Venezuela es alarmante y representa un gran desafío para la mayoría de los ciudadanos. El estudio demuestra que la gran mayoría vive con ingresos extremadamente bajos, mientras que solo un pequeño porcentaje logra obtener salarios que les permitan cubrir sus necesidades básicas.
Esta situación refleja la urgente necesidad de políticas y medidas para mejorar las condiciones económicas y laborales en el país, reducir la desigualdad y garantizar un nivel de vida digno para todos los venezolanos
