Con el Plan Zamora, las armas venezolanas podrían caer en manos de terroristas

Expertos y autoridades estadounidenses expresaron preocupación sobre el riesgo de que algunos de estos misiles, al igual que miles de fusiles modernos y una gran cantidad de minas antipersonales caigan en manos de agrupaciones violentas, dada la abrumadora corrupción del régimen, la falta de control interno y el rápido deterioro de la situación del país.

“Maduro es un dictador con relaciones estrechas con regímenes que fomentan el terrorismo, y ahora está prometiendo entregarle un rifle a cada uno de los milicianos en momentos en que sus truhanes enfrentan con violencia y fuerza letal las protestas pacíficas del pueblo a favor de la democracia”, dijo el senador federal Marco Rubio a el Nuevo Herald.

“Estas acciones irresponsables tienen el mal olor de la desesperación y elevan la posibilidad de que Maduro pierda el control sobre peligrosos sistemas de armas”, advirtió el senador.

Según documentos de las fuerzas armadas del país sudamericano obtenidos por el Nuevo Herald, Venezuela ha comprado a lo largo de los últimos años cientos de unidades de la última versión de los misiles portátiles Igla-S, lanzacohetes pueden ser fácilmente operados por un solo hombre para derribar aviones o helicópteros y que son el equivalente ruso de los misiles Stinger de fabricación estadounidense.

La existencia de ese equipo bélico en el arsenal de Venezuela ha sido fuente de preocupación en Estados Unidos, dada la estrecha relación del régimen chavista con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y con la proiraní Hezbolá, organizaciones consideradas terroristas por Washington.

 

NOTIZULIA / La Patilla

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