La escasez del agua por tuberías persiste en el municipio Cabimas, Costa Oriental del Lago. Los afectados se sienten desatendidos por parte de las autoridades competentes. Luisa Godoy, una ama de casa de 50 años, es una de ellas. Donde reside regularmente gozaba del sumunistro del mineral, pero desde hace dos meses.
En su vivienda ubicada en la urbanización Punto Fijo, parroquia La Rosa, también la habitan su esposo y cuatro hijos. Realizar los quehaceres del hogar es inútil si no cuenta con agua. Sus dos hijas emigran hasta La 51, donde paradójicamente la zona si llega agua y donde los camiones cisternas abastecen el cilindro para posteriormente vender el agua de cada pipa en 25 mil bolívares.
“No tenía efectivo, y necesitaba llenar un tanque y dos pipas, en total era el contenido de 12 pipas, y como no tenía suficiente efectivo le pagué al chofer con un kilo de arroz, media mortadela y 50 bolívares porque por transferencia me salía el doble del costo”.
Para Luisa abastecerse de agua se ha convertido en una tortura. “Se burlan de los vecinos. En Cabimas tenemos que protestar para que envíen un camión y en cada casa llenen una pipa. Cuánto podría solucionar si tenemos montañas de ropa sucia, la casa medio limpia, mis hijos han tenido que dejar de ir a la escuela porque los uniformes están sucios y no hay agua para bañarse”.
Según los miembros de la comisión Técnica del Agua en la Costa Oriental del Lago esta semana comenzaría la distribución del agua. Sergia Vásquez, de la calle San Luis, en el sector Delicias Nuevas, es otra de las afectadas.
“Pagué cien mil bolívares por cuatro pipas, hoy (lunes) amanecí sin una gota de agua. Tampoco tengo dinero para buscar un camión. Nadie dice nada. No hay planes de contingencia. Cómo es que hay agua para que los camiones llenen los cilindros y no lleguen a las casas”.
