No debería haber crisis que trastoque el valor interés humano, el respeto por la humanidad, pero mucho menos hacer que una madre comercie con su hijo como si fuera un objeto de subasta, pero Andrea Díaz, de 28 años, Rubí Barrios, de 40, Rosa Castañeda, de 56 y María Millán de 28, simularon el secuestro de un recién nacido para luego intentar venderlo por 300 mil bolívares mensuales.
Afortunadamente, las indignas fueron detenidas y puestas a la orden del Ministerio Público. La operación era cobrarle a los familiares cercanos del niño, es decir, a la propia familia de Andrea Díaz, la suma descrita para «devolver al recién nacido».
En la sala de interrogatorios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) Andrea, madre del pequeño Ángel Millán, sin remordimiento alguno y con total desparpajo espetó a los detectives que “esa era la única alternativa que tenía para salir adelante en medio de la crisis del país”.
Por desgracia, el 15 de enero, lunes, Díaz dio a luz al niño en el Hospital Domingo Luciani, en Caracas, pero antes, durante y después del embarazo, Díaz siempre careció de recursos.
La mujer amamantó al recién nacido y el personal del hospital le entregó su respectivo certificado de nacimiento y le dieron de alta.
Posteriormente, se percatan de que los datos del certificado estaban a nombre de María Millán y le indicaron que ya su bebé se lo había llevado un familiar, comentó una fuente ligada a la investigación.
Los detectives presionaron a la mujer y ésta se quebró y desembuchó su delito. Al recibir el alta en el hospital, Díaz entrega el bebé a Rosa Castañeda.
Contó a los investigadores que ambas planificaron y ejecutaron el rapto. En la partida de nacimiento debía aparecer María como la madre para simular el robo y de ese modo lo sacaron del recinto sin problemas.
El menor fue recuperado y las mujeres arrestadas. El bebé quedó bajo la orden del Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente en el municipio Libertador.
