Una siniestra mujer, cuya edad e identidad no han sido reveladas, fue la autora intelectual de la muerte de su padre a puñaladas y martillazos, por parte de cuatro elementos contratados por ella con el propósito de desaparecer del mapa a su progenitor y así heredar su casa.
En la versión policial se describe que cuando la víctima, identificada como Jesús Antonio Álvarez Gadea, de 62 años, de profesión abogado, se encontraba durmiendo en el interior del inmueble que compartía con su esposa e hija, situado en la urbanización Isaac Olivera de la localidad aragüeña de Turmero, los cuatro antisociales ingresaron simulando un robo y asestándole varias heridas punzo penetrantes a la víctima, para posteriormente rematarlo a martillazos.
La primera versión que manejó la Unidad de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) fue el robo, pero la investigación a profundidad hizo que la hipótesis diera un giro sorprendente.
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Luego de practicados varios interrogatorios, los investigadores lograron descubrir que la hija del abogado fue la autora intelectual de este abominable hecho. Al parecer la joven pretendía heredar la casa y algunos otros bienes de su padre y por ello adelantó su muerte.
La familia entró en hermetismo, incluso no se tiene información sobre la esposa de la víctima y las declaraciones de ésta sobre el caso.
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