En el beisbol, los milagros se escriben en el último turno, y esta vez la historia cambió de manos. En una final inolvidable los Dodgers remontaron y vencieron 5-4 a los Blue Jays en 11 entradas para adjudicarse la 2025 World Series y convertirse en el primer equipo, en 25 años, en obtener el título por segundo año consecutivo.
La noche parecía escrita para los Blue Jays. Las gradas del Rogers Centre vibraban con cada lanzamiento, los fanáticos ondeaban banderas azules y el frío canadiense presagiaba una fiesta de campeonato; pero en la parte alta de la undécima entrada, Will Smith, con el temple de quien conoce la presión de octubre, conectó un jonrón solitario que silenció al estadio completo y puso a los Dodgers arriba por primera vez en el juego.
Un batazo limpio, de esos que apenas se escuchan antes de perderse en la noche. La pelota cayó en las gradas del jardín izquierdo, y con ella también las esperanzas de Toronto.
Horas antes de ese momento glorioso, el héroe tenía otro nombre: Miguel Rojas, el venezolano que empató el encuentro con un jonrón en la novena entrada. Con dos outs y un conteo al límite, Rojas envió la bola al fondo del jardín central. Su grito al cruzar el plato fue tanto de alivio como de esperanza: la Serie Mundial aún no terminaba.
Ese swing, simple y perfecto, revivió el dogout angelino y cambió el destino de una serie que los Blue Jays habían dominado durante buena parte del encuentro.
Del lado contrario, Bo Bichette había hecho soñar a Toronto. Su cuadrangular de tres carreras en el tercer inning encendió la esperanza de todo un país que no celebraba una Serie Mundial desde 1993.
Bichette, símbolo de una nueva generación de talentos, dio una muestra de poder y liderazgo que, aunque insuficiente, dejó claro que los Blue Jays están destinados a seguir peleando.
El triunfo de los Dodgers no se construyó solo a base de batazos. En el montículo, Yoshinobu Yamamoto fue la pieza fundamental de la temporada y el corazón de esta Serie Mundial.
El lanzador japonés, que llegó a la MLB entre grandes expectativas, no solo fue clave en el Juego 7, donde contuvo la ofensiva local con cuatro ponches en los innings finales, sino que además fue reconocido como el Jugador Más Valioso (MVP) del Año 2025 por su consistencia, dominio y serenidad a lo largo de la temporada.
Con este triunfo, los Dodgers logran su segundo campeonato consecutivo, algo que no ocurría desde los Yankees de 1998-2000, quienes ganaron tres títulos seguidos.
En un beisbol cada vez más competitivo, el equipo angelino confirma que su combinación de experiencia, juventud y mentalidad ganadora lo coloca entre las granes dinastías del siglo XXI.
En Los Ángeles, los fanáticos salieron a las calles de inmediato. En el Dodger Stadium, que transmitió el partido en pantallas gigantes, miles celebraron el campeonato de su equipo.
La Serie Mundial 2025 quedará en la memoria no solo por la victoria de Dodgers, sino por su narrativa: dos equipos valientes, once entradas de puro drama y un final que nos recuerda por qué el beisbol es, ante todo, un deporte de paciencia y redención.
Agencias
