El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes una orden ejecutiva en la que prohíbe las «negociaciones de deuda nueva y capital por el Gobierno de Venezuela y la petrolera estatal», PDVSA.
La medida, anunciada hoy por la Casa Blanca en un comunicado, prohíbe también las «negociaciones con ciertos bonos existentes del sector público venezolano, así como pagos de dividendos al Gobierno de Venezuela».
«Para mitigar el daño al pueblo estadounidense y venezolano, el Departamento del Tesoro emitirá licencias generales que permiten transacciones que de otra manera estarían prohibidas por la orden ejecutiva», indica la nota.
Estas licencias incluirán «disposiciones con un periodo de transición de 30 días, la financiación de la mayoría del comercio, incluyendo las exportaciones e importaciones de petróleo, transacciones que solo involucran a Citgo, las negociaciones de cierta deuda venezolana existente y la financiación de bienes humanitarios».
«Estas medidas están cuidadosamente calibradas para negar a la dictadura de (Nicolás) Maduro una fuente crítica de financiación para mantener su gobierno ilegítimo, proteger el sistema financiero de Estados Unidos de complicidad en la corrupción de Venezuela y en el empobrecimiento del pueblo venezolano y permitir la asistencia humanitaria», explica la nota.
Poco antes del anuncio, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo que su Gobierno no se quedará «de brazos cruzados mientras Venezuela se desmorona».