El astro argentino tiene ganas de reivindicarse tras la sanción de la FIFA ante el Sevilla (19:30, beIN LaLiga). Tras no jugar, regresa con ganas.
La jornada intersemanal del miércoles se abre con un partidazo por todo lo alto. El Barcelona, que anda a la caza del Real Madrid, inaugurará el miércoles liguero contra el Sevilla (Camp Nou, 19:30) de Sampaoli, que no hace mucho fue la sensación de la Liga y que anda ahora buscando su sitio . Un encuentro en el que el conjunto blaugrana tratará de cercar más a su presa, el Real Madrid, que juega más tarde, 21:30 en el campo del Leganés.
Y para seguir la caza al líder, el conjunto barcelonista contará con la nada despreciable aportación de un Leo Messi que llega al partido con ganas de reivindicarse. Después de descansar el pasado fin de semana por sanción y no jugar el segundo partido de la semana pasada con su equipo nacional en Bolivia a causa de una sanción de cuatro partidos impuesta por la FIFA de oficio por menospreciar a un árbitro asistente, el argentino llega con muchas ganas al encuentro de esta tarde. Y ya se sabe desde hace tiempo, que lo peor que le puede pasar al equipo que se enfrenta al Barcelona es encontrarse ante un Messi enojado y con ganas de reivindicarse.
Después de regresar al 4-3-3 de toda la vida en Riazor, Luis Enrique medita volver a jugar con el sistema de tres defensas que sirvió para resucitar al equipo en los peores momentos de la temporada. Con Rafinha y Arda lesionados, a Luis Enrique le falta un jugador que pueda ocupar el falso extremo derecho. Una de las opciones para volver a jugar con tres defensas atrás y liberar a Messi para que se mueva entre líneas pasa por mantener en el once inicial a Alcácer como extremo, tal como pasó en Granada, otra es volver a contar con Denis, que lleva dos meses en el ostracismo, y la última es la de adelantar la posición de Sergi Roberto, el jugador más polivalente del equipo.
Sea el dibujo que sea, al Barça no le queda otra que apostarlo todo a ganar. Para presionar al líder y para superar la visita de uno de los rivales más peligrosos que le quedan en el calendario de aquí a final de temporada.
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