El bolívar sufrió una nueva devaluación, esta vez de 14,24% ante el euro, en una subasta de divisas del sector privado cuyos resultados fueron anunciados por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Según el reporte, el euro -moneda de referencia en la puja- pasó a cotizarse a 36.131,10 bolívares por unidad, frente a la tasa de 30.987,13 resultante en la oferta de inicios de febrero.
Entonces, el bolívar se depreció 86,6% con respecto a una tasa de 4.146,13 que estaba vigente desde agosto de 2017.
Las subastas, congeladas durante seis meses, se reactivaron con divisas del sector privado (antes se realizaban con recursos públicos) y sin incluir dólares, como respuesta a las sanciones financieras de Estados Unidos contra Venezuela y su estatal petrolera Pdvsa.
Las medidas de Washington dificultan las operaciones internacionales con esa moneda, según el presidente Nicolás Maduro
Tras la puja del viernes último, un dólar equivale a 29.374,87 bolívares.
El relanzamiento del sistema oficial de subastas de divisas representó una flexibilización parcial del férreo control de cambios existente en Venezuela desde 2003, mediante el cual el gobierno monopoliza las divisas, mermadas por la caída de los ingresos petroleros.
El gobierno sostiene que busca atajar la acelerada alza del “dólar negro” -que se cotiza a 230.228,36 bolívares-, a la que atribuye la hiperinflación proyectada en 13.000% este año por el FMI.
Los menores ingresos por la exportación de crudo -fuente de 96% de las divisas del país- condujeron a un drástico recorte de las importaciones, lo que sumado a la baja asignación de dólares al sector privado derivó en una severa escasez de alimentos y medicinas.
El pasado 29 de enero, el gobierno eliminó otra tasa de apenas 10 bolívares por dólar, reservada a las importaciones públicas de comida y fármacos.