El Papa Francisco anima a que “el clima de oración no se pierda” en las iglesias católicas

El Papa Francisco anima a que “el clima de oración no se pierda” en las iglesias católicas

Al recibir hoy en audiencia en el Vaticano a los miembros de la Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona (España), el Papa Francisco resaltó la importancia de que “el clima de oración no se pierda” en las iglesias católicas.

El Santo Padre recordó que este año, en preparación al Jubileo de 2025, lo ha querido “dedicar a la oración”, y resaltó que mantener el clima de oración en las iglesias “debe ser una de las prioridades para los que, como ustedes, han recibido la responsabilidad del cuidado de los templos”.

La construcción de la Basílica de la Sagrada Familia comenzó en 1882, bajo la dirección del genio de la arquitectura Antoni Gaudí, actualmente Siervo de Dios, el primer escalón en una causa de canonización. Se espera que la magnífica obra esté finalmente concluida para 2033.

En su discurso de hoy, el Papa Francisco destacó que “la Basílica de la Sagrada Familia se estructura de modo que en cada pórtico hay un tema, ilustrado por pasajes de la Escritura y enmarcado por una oración”.

“Así la primera puerta, la de la fe, detrás de la imagen de Jesús predicando a los doctores, nos muestra el santo Trisagio. La fe predicada, debe hacerse oración. Siempre”, expresó.

Luego indicó que “la puerta central de la caridad, cuya figura principal es precisamente la Sagrada Familia, nos invita a alzar nuestra mirada hacia el misterio de la Encarnación y desde él a desgranar las cuentas del rosario que desciende por las vidrieras, enmarcando la estrella de Belén, casi como diciendo: ‘aquí está nuestra luz’”.

“Y es precisamente en la adoración, en la oración contemplativa de los misterios, donde nos abrimos a esa luz, como el ventanal de vuestro templo”, aseguró el Papa Francisco.

El Santo Padre invitó luego a los miembros de la Junta Constructora “a acoger en la Basílica a los peregrinos que se acercan, para introducirlos con una actitud orante a contemplar el proyecto iconográfico del siervo de Dios Antonio Gaudí en su integridad, de forma que, como los pináculos y los campanarios, sus miradas se eleven y sus voces proclamen con los ángeles: ‘Santo nuestro Dios inmortal’”.

API