El consumo de tabaco, tanto activo como pasivo, es la principal causa de muerte prevenible a escala mundial, al extremo de ser responsable de 8 millones de muertes cada año, de ellas 7 millones son fumadores activos y un millón son personas que estuvieron expuestas al humo ajeno.
Tanto el cigarrillo tradicional como el electrónico son igualmente dañinos y contribuyen con el desarrollo de diversas enfermedades graves, como las cardiovasculares y el cáncer, primeras causantes de fallecimientos en el mundo.
El gerente general de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), doctor Juan Saavedra, señaló que el cigarrillo, tradicional o electrónico, así como su consumo activo o pasivo, están directamente relacionados con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares -hipertensión, infartos- y diversos tipos de cáncer, incluyendo el de pulmón, vejiga, riñón, garganta, boca, orofaringe e incluso mama, entre otros.
Explicó que la mayor preocupación es el cáncer de pulmón, ya que “se calcula que el 80% de los casos de mortalidad por esta enfermedad están relacionados al consumo de cigarrillo (tradicional y electrónico)”.
El especialista agregó que, los efectos nocivos del tabaco no se limitan a las enfermedades mencionadas. También está relacionado con partos prematuros, bajo peso al nacer, impotencia, problemas dentales, afecciones cerebrales y enfermedades respiratorias como la EPOC y la bronquitis crónica, disfunción eréctil, cáncer en mascotas por humo de tercera mano.
Resaltó el doctor Saavedra que la lucha contra el tabaquismo requiere un esfuerzo conjunto y acciones como:
Campañas de educación masiva: concientizar a la sociedad sobre los peligros del cigarrillo a través de colegios, medios de comunicación y redes sociales, para evitar que se inicie el consumo.
Promoción de la deshabituación tabáquica: brindar apoyo y herramientas a los fumadores que desean dejar el vicio. Entre muchas otras acciones que permitan bajar el consumo
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