La iglesia conmemora, hoy, el Viernes de Dolores, o también conocido como el Viernes de Concilio, una celebración religiosa arraigada en la tradición católica del mundo, especialmente en Venezuela.
Este Viernes, marca el inicio de la Semana Santa, y se conmemora el viernes anterior al Domingo de Ramos. Su propósito principal es reflexionar sobre los sufrimientos de la Virgen María, madre de Jesucristo, durante los momentos más dolorosos de su vida, especialmente, los relacionados con la Pasión y muerte de su hijo Jesús.
En Venezuela, esta festividad se vive con gran devoción. Las comunidades organizan procesiones, misas y viacrucis, donde los fieles recorren las calles en oración y meditación, recordando los misterios dolorosos de la vida de Jesús.
Con las actividades del viernes de Dolores, se busca consolar a la Virgen María y acompañarla en su dolor, mientras se prepara espiritualmente a los creyentes para vuvir la Semana Santa.
El Viernes de Dolores no solo es un momento de introspección religiosa, sino es una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios y mantener vivas las tradiciones culturales y espirituales del país. Es un día que combina solemnidad, fe y esperanza, invitando a los fieles a renovar su compromiso con los valores cristianos y a reflexionar sobre el sacrificio y el amor incondicional de Jesús.
