Rafael E. Fernández
En el marco del Plan Vamos a Poner Orden que mantiene desplegado la Alcaldía de Maracaibo, el Instituto Municipal de Aseo Urbano (IMAU) viene efectuando unos operativos especiales de fiscalización en las ventas agua de coco, especialmente los que hacen vida en la Circunvalación 1.
Estos negocios, así como los de jugos de caña de azúcar pueden generar semanalmente, hasta ocho toneladas de desechos que se quedan en la importante arteria lo que impide el mantenimiento de la zona.
El presidente del instituto, Oscar Zerpa, informó que la jornada de inspección ha tenido su aceptación en este sector, ya que sólo en la última semana se logró que unos 14 vendedores de agua de coco registraran su actividad comercial ante el Servicio Desconcentrado Municipal de Administración Tributaria (SEDEMAT), para cancelar el servicio de recolección de desechos.
Zerpa acotó que este paso es muy importante y además invitó a todos los comerciantes de este rubro a contratar servicios especiales del IMAU, cuando la acumulación de desechos por su trabajo sea excesiva.
“Es necesario para cada uno de ellos cancelar un servicio especial cuando su trabajo genere un cúmulo de desperdicios”, precisó.
Indicó que, con los servicios especiales, se puede brindar una atención individual a cada comerciante y “se hace más fácil la recolección de las 8 toneladas de desechos que se generan semanalmente en la C1 entre desperdicios de coco y caña de azúcar”.
Ismael Gómez, uno de los comerciantes que hacen vida en la Circunvalación 1, contó que su puesto fue fiscalizado y él fue citado por las autoridades tributarias de la ciudad.
“Estoy dispuesto a cumplir con el pago del servicio, porque anteriormente cuando fallaba la recolección, yo me veía muy perjudicado con la gente que arrojaba basura aquí al lado de mi negocio. Ahora que sí están recogiendo la basura, entonces es buen momento para pagar el servicio”.
Por otra parte, Isamar Pérez, otra vendedora de agua de coco que de la zona, afirmó que cada vez que el camión recolector llega a un puesto, carga entre 10 y 15 sacos con conchas.
“Esos sacos pesan, eso hace que el trabajo de esa gente (los ambientalistas) sea complicado”, detalló.
A pesar de que su negocio aún no ha sido fiscalizado por las autoridades, Pérez manifestó su intención para pagar el servicio de recolección. “Es necesario y más con todo el desecho que genera nuestro trabajo”.
Ambos comerciantes valoraron positivamente la implementación de una ruta permanente del Imau en la autopista. “Eso es muy bueno y beneficioso para la comunidad y para nosotros que somos quienes trabajamos acá”, sentenció Gómez.
Con NDP
