Rafael E. Fernández
La gerente general de la Fundación para el Mejoramiento del Plátano en Venezuela (Fumplaven), Yurimar Quintero, señaló que la producción de plátano ha ido decreciendo debido a los cambios climáticos que superan los 3 mil milímetros de agua al año.
“Tener lagunas que superan los 3 mil mm de agua es demasiado, cuando anteriormente en un año caían de 1200 a 1150 mm de agua. A esto sumamos la falta de mantenimiento a los drenajes que ocasionó desbordamientos de ríos y quebradas, que terminaron de afectar a la producción de plátano en la Zona Sur del Lago de Maracaibo”, comentó.
En entrevista para Minuta Agropecuaria, Quintero estimó que, tras el incidente ocasionado, la producción bajó un 50%, antes de las inundaciones, para el 2021 se hablaba de números 17 kilos de plátano por persona anual.
Del 2022 al 2023 el consumo de plátano bajó a un 40% “en 2022 el consumo se ubicó en 15 kilos por persona al año. Actualmente, se encuentra en 6 kilos por persona al año, vemos como ha ido decreciendo la producción que también se vio impactada por la presencia del hongo Fusarium R4T” detalló.
Asimismo, precisó que en un inicio al detectar la presencia del hongo en Venezuela, existió el temor entre los consumidores “pensaban que el fruto también estaba contaminado”, dijo.
Vale resaltar que el hongo solo causa daño a la planta y se queda en el suelo, no llega al fruto.
Barreras de control
Quintero es también ingeniero agrónomo y anunció que desde el ente han impartido cursos relacionados “al hongo Fusarium R4T” a escala nacional, dirigido a productores y trabajadores de las fincas.
“Es importante que todos tengan conocimiento de que trata este hongo y cómo podemos evitar la propagación” explicó.
Aunque en el sur del lago no se presencia el hongo, “nos hemos dado la tarea de difundir las medidas de bioseguridad que se requieren para hacerle frente a esta situación y no permitir que penetre la zona”, sostuvo
Igualmente, añadió que para evitar la propagación de un estado a otro solicitaron el apoyo a las entidades regionales para montar sitios de control que permitan tener el pediluvio con amoniaco cuaternario para inactivar el hongo.
