HumVenezuela: 33,4% de venezolanos tomó menos agua en 2023 por las fallas del servicio

HumVenezuela: 33,4% de venezolanos tomó menos agua en 2023 por las fallas del servicio

Notizulia

Las graves fallas en el suministro de agua en Venezuela se han convertido en un problema que afecta especialmente a los sectores más pobres del país y que se agudiza con los meses. El más reciente informe de la organización independiente HumVenezuela señala que tres de cada diez venezolanos redujo su ingesta de líquido por las fallas del servicio en 2023.

Al menos 33,4 % de venezolanos tomó menos agua no solo por la escasez, sino por temor a que estuviera contaminada; esta baja en ingerir agua incrementó los riesgos de deshidratación y otras afecciones.

El documento también señala que 69,1% de las personas enfrentó restricciones severas de agua potable el año pasado, 45,5% no recibió agua en casa por períodos entre dos semanas hasta meses (o nunca) y 23,6% no tenía conexión al sistema de acueductos.

“Por las restricciones de agua, 49,1% de las personas la reutilizaba en distintas actividades de higiene. De 73,7% a 82,5% aumentaron los reportes de señales de agua contaminada”, publicó la organización en su página web.

Las consecuencias de la falta de agua han sido múltiples y la más reciente de ellas es la proliferación del Aedes aegypti o zancudo patas blancas (responsable de transmitir el dengue), un mosquito capaz de reproducirse en cualquier recipiente artificial o natural que contenga agua.

Julio Castro, infectólogo y profesor del Instituto de Medicina Tropical de la UCV, ya había advertido que en Venezuela la gente tiende a guardar o envasar agua por las deficiencias en la distribución, lo que es un factor predisponente para que se críen mosquitos y aumente la densidad aédica en el territorio.

Los estados más afectados

El estudio de HumVenezuela recolecta datos primarios en tres etapas, provenientes de una encuesta realizada en 11 mil hogares de 20 estados del país en agosto de 2023. Además, la ONG realizó análisis sectoriales e integrados de los indicadores, para medir el impacto de la emergencia humanitaria compleja en Venezuela, sobre un total de 28,8 millones de personas para el año pasado.

De acuerdo con el balance de HumVenezuela, 23,6 % de las viviendas en el país no están conectadas a la red de acueductos, la mayoría en zonas con poca infraestructura o equipamiento urbano.

Las tablas de indicadores presentadas por la organización arrojan datos preocupantes, sobre todo cuando se trata de estados del interior de Venezuela. Por ejemplo, en Amazonas 99 % de tiene grandes restricciones de acceso al agua según el informe. En la lista siguen Bolívar (96,4 %), Zulia (95 %), Nueva Esparta (82,3 %) y Yaracuy (78 %).

Estimaciones del Banco Mundial señalan que en Venezuela hay alrededor de 28 millones de personas. HumVenezuela asegura que 19,9 millones enfrenta severas restricciones para obtener agua en sus hogares. De acuerdo con los registros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), esa cifra equivale a toda la población de Chile.

Usuarios en redes sociales se quejan a diario por el estado del suministro de agua en el país que afecta no solo a particulares, sino también a hospitales públicos, escuelas y otras instituciones que han visto limitadas sus funciones.

En el caso de los centros educativos, se reducen las horas de clase o se suspenden las actividades, por la imposibilidad de que el plantel opere con decenas de niños, sin agua potable en los baños

Agua contaminada en Venezuela

Entre 2022 y 2023 se incrementaron los reportes de agua no apta para el consumo humano en Venezuela. Vídeos e imágenes publicados en redes sociales mostraban un líquido marrón o amarillento que salía de grifos y mangueras.

HumVenezuela recordó que estos problemas son consecuencia de las deficiencias operativas que presenta la mayoría de las plantas de potabilización a nivel nacional.

“…los hogares observaron preocupantes niveles de contaminación en el agua recolectada de fuentes alternativas no seguras, como consecuencia de daños ambientales, cuyo uso ascendió por las restricciones de acceso”, arroja el informe.

Además, 55,6% venezolanos reportaron riesgos de contaminación cerca del lugar donde se encuentran las fuentes de las cuales se abastecen de agua; en un 27,7% porque están al aire libre, 35,8% por estar presentes residuos sólidos y 9,2% por estar cerca de sustancias químicas.

“En total se estima que 86% de la población se encuentra expuesta a un agua no apta para consumo humano”, agregó la ONG. Así mismo, 45,1% de los habitantes detectaron agua contaminada solo por su olor y 23,6 % por su sabor.

El documento advierte que de cada diez venezolanos no tiene acceso a método de purificación, y 12,5% llegó a beber agua contaminada por su alta escasez. Los datos de HumVenezuela también afirman que síntomas como diarrea aumentó a 9,3 % entre 2022 y 2023.

La cotidianidad sin el agua

En Venezuela la escasez de agua se ha vuelto parte de la cotidianidad, a pesar de las quejas y denuncias de las comunidades y de los defensores de derechos humanos. Debido a ello, las familias deben optar por fuentes alternativas de abastecimiento para lograr acceder al líquido.

“Debido a la severa escasez de agua, 86% de la población utilizó fuentes de agua alternativas en 2023. Este porcentaje aumentó respecto del registrado en 2022, año en el que 75,9% de la población debía hacer uso de estas fuentes. Un 53,7% de las personas transportaba el agua a pie, la mayoría caminando largas distancias, y 60,2% la almacenaba”, apuntó HumVenezuela.

Agregó que entre las estrategias más habituales para obtener agua por medios alternativos está la compra de botellones (48,9%) y el pago de camiones cisternas (16,9 %). Con el incremento de lluvias en el país durante casi todo el año pasado, también aumentó de 0,9% a 20,9%, el uso de la captación de aguas pluviales para usarlas en casa.

“Asimismo, de 10,7% a 18,2%, aumentó la proporción de personas que utilizan pozos subterráneos para abastecerse de agua. Muchos de estos pozos son construidos o gestionados de forma inadecuada por los lugares en los que se perforan y los métodos de tratamiento del agua, sumado a las interrupciones eléctricas que dañan las plantas de bombeo”, apunta informe.

Finalmente, subió el uso de pilas o tomas públicas (16,9 %), recoger agua en manantiales, ríos o caños (12,1 %); y, de forma muy significativa, la práctica de buscar ayuda en casa de vecinos o familiares, que pasó de 1,9% a 37,9%, puntualizó la organización.

Los números presentados permiten dimensionar la grave crisis del agua existente en el país. Hasta la fecha el gobierno de Nicolás Maduro no ha ofrecido soluciones al problema.

El poco o nulo acceso al servicio en un país se trata de una violación a los derechos fundamentales. Vale la pena recordar que, el 28 de julio de 2010, la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) reconoció mediante la Resolución 64/292 que el derecho al agua potable resulta esencial para la vida y exhortó a las naciones a garantizarlo sin distinción.

EFE