La odisea que vive un atleta en Maracaibo para no retirarse de la natación (FOTOS)

“Dicen que la piscina ya está lista y solo falta el cloro para ponerla en funcionamiento, también que se acabó el presupuesto y no han podido terminar lo poquito que falta, que están concluyendo la fosa. No sabemos nada concreto, pues no nos informan nada oficial, ni cuando la pondrán en funcionamiento, lo cierto del caso es que seguimos a la deriva mendigado un espacio para poder entrenar”, declaró el atleta Eddy Marín, campeón Centroamericano y la mejor carta del Zulia en natación, al consultarle sobre cómo está haciendo para entrenar y mantenerse en acción.

Marín, medalla de oro en el Centroamericano y del Caribe 2014, bronce en los Juegos Panamericanos de México 2011 y triple campeón en los Juegos Nacionales de ese mismo año, señala que le salvó del retiro definitivo de la natación ser miembro de la selección nacional gracias a lo cual pudo mantenerse entrenando.

Marín y su odisea para no retirarse del nado es fiel reflejo del calvario que viven los atletas de natación, nado sincronizado y polo acuático del Zulia desde que fue cerrado el complejo de piscinas Rafael Vidal, de Maracaibo, hace 34 meses. En agosto cumpliría los tres años en reparación.

“Pero no ha sido fácil. Para entrenar en Caracas tuve que abandonar mis estudios pues buscaba la clasificación para Río 2016, cosa que no conseguí, en parte, debido al cierre de la piscina pues aquí podía, fácilmente, prepararme y estudiar sin tener que estar viajando a cada rato”, señaló.

Después de los clasificatorios a Río, Marín regresó a Maracaibo y se retiró por un año pues seguía sin piscina para entrenar. Retomó los estudios y ya está a punto de graduarse de comunicador social.

“No me fui definitivamente. A finales del año pasado, debido a que seguía cerrada la piscina, comencé a practicar en Apuz, de la mano del profesor Amansio Gutiérrez, con la selección de atletas especiales del Zulia. A ellos les prestan las instalación y vi la oportunidad de retomar mis entrenamiento”, afirma.

Antes de ingresar a las instalaciones de Apuz, Marín deambulaba, con el resto de la selección del Zulia, por las piscinas de Maracaibo pidiendo que les prestaran un ratico el espacio para entrenar. “Es muy complicado porque quienes poseen piscina apta para alta competencia son clubes privados, que ya tienen sus compromisos adquiridos. Ellos colaboran, pero las limitaciones atrofian nuestro rendimiento. Lo ideal es un espacio propio como el que tuvimos años atrás”, subraya.

“Sin embargo –agrega- gracias al Centro Gallego, Casa de Italia, la Fundación del Niño y la misma Apuz, logramos mantenernos en competencia y a ellos debemos nuestra permanencia en la natación. Muchos compañeros, que todavía tenían bastante que dar y talentos en desarrollo se han ido, mermando las posibilidades de Zulia de volver a los sitiales que tuvo en el pasado a nivel nacional en esta disciplina”, subraya.

La emigración de atletas es una de las principales consecuencias del cierre de la piscina, señala Marín, pero “también se han ido muy buenos entrenadores como Alfredo Bracho, Freddy Peña e Isidro González, que lucharon mucho con nosotros,  pero sus responsabilidades le exigían mantenerse trabajando todo el tiempo y, sin piscina, no podían hacerlo”, acota el atleta.

Bajo rendimiento y, en consecuencia, marcas por debajo de los niveles normales, derivan directamente de toda esta situación la cual, aun con la puesta en funcionamiento de la piscina, tardará mucho tiempo en volver a los parámetros desaparecidos a causa del cierre por todo este tiempo.

Eddy Marín

 

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