Para este lunes #31jul comenzaron a llegar a la ciudad de Lisboa los jóvenes que participaran en el encuentro con el papa Francisco.
Cientos de miles de chamos de todo el mundo comienzan a hacerse sentir en la ciudad europea de pequeños contrastes. Y es que para participar en dicho encuentro cada peregrino debió hacer una inscripción que sería utilizada para cubrir alojamiento, comida y transporte de los peregrinos.
Los participantes no piden un hotel cinco estrellas pero si un espacio donde puedan descansar luego de sus actividades con la mínima de condiciones.
Muchos fueron hospedados en casas de familias, otros en instituciones religiosas y otros en colegios. Sin embargo, no todo es color de rosas. Un grupo de peregrinos fueron enviados a la ciudad de Seduval, a 45 minutos de Lisboa.
A la distancia se suma el incómodo espacio donde están durmiendo, en el piso de un colegio, que a su vez tiene las duchas al aire libre y por tanto las chicas que se alojan en él no pueden asearse.
Y no es el lugar, porque de paso, no esta construido para alojamiento, sino para impartir educación. Sino la falta de las mínimas condiciones que permitan al peregrinos disfrutar y compartir este magno encuentro.
El llamado es para la organización @lisboa2023_es para que revise la situación de estos peregrinos que intentan vivir este encuentro de fe.
