El Papa León XIV expresó su preocupación por la creciente soledad entre los jóvenes, resultado de la falta de escucha en la familia, la escuela e incluso entre compañeros.
Durante un discurso a los representantes de la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, el pontífice destacó que, si bien los jóvenes son «un volcán de vida, energía, sentimientos e ideas» y logran «cosas maravillosas», necesitan apoyo para superar los obstáculos que impiden su desarrollo.
León XIV comparó la barrera del latín en el siglo XVII con los desafíos actuales, como el aislamiento provocado por «modelos relacionales marcados por la superficialidad, el individualismo y la inestabilidad emocional», y la difusión de un pensamiento relativista. Subrayó la «prevalencia de ritmos y estilos de vida» que limitan la escucha, la reflexión y el diálogo, generando soledad.
Ante estos desafíos, el Papa instó a «explorar caminos, desarrollar herramientas y adoptar nuevos lenguajes» para llegar al corazón de los estudiantes, animándolos a superar obstáculos y alcanzar su máximo potencial según los designios divinos.
