Los jóvenes zulianos prefieren trabajar que estudiar 4 años en una universidad

Los jóvenes zulianos prefieren trabajar que estudiar 4 años en una universidad

Rafael E. Fernández

El título universitario quedó pendiente y pudo más la necesidad de ayudar con un ingreso a la familia. La mayoría de los zulianos entre los 16 a 29 años truncaron su educación en los últimos años. En la actualidad, prefieren forman parte de los trabajadores informales. Un sacrificio cuestionado, porque la mayoría no llega a devengar ese estimado de casi 500 dólares de la canasta básica y ha perdido sus esperanzas en la superación desde lo académico.

Esto no es una situación nueva, es algo que se agudizó desde el 2015, cuando los jóvenes, arrastrados por la situación país, decidieron que la quincena vale más que una carrera universitaria.

Cabe destacar que un semestre en la URBE equivale a casi 400 dólares, algo imposible para la población venezolano que vive de un salario. En las universidades como LUZ y la UNICA, han disminuido las inscripciones en este 2022-2023.

Es importante añadir que las Becas JEL, ha sido un alivio para los estudiantes que tienen la oportunidad de estudiar sin cancelar las altas mensualidades de las universidades privadas.

Elizabeth Villalobos, bachiller, añadió que no vale la pena estudiar una carrera de 4 años cuando no hay ingresos. «Prefiero realizar cursos que duran pocos meses y trabajar para ayudar a mi familia (…) La situación del país no da para estudiar».

Por su lado, el economista, Dilio Hernández, refiere que la población juvenil no escapa a esa realidad que atraviesa Venezuela, donde la mayoría de la gente entró al mercado laboral informal. Especifica que el 85% de 6.8 millones de jóvenes venezolanos de 15 a 29 años, terminan en oficios como microemprendimientos, ocupación digital, trabajos a domicilio, venta de comida, servicio de transporte y otros.

Desglosa que de este 85% de jóvenes, un 40% se vio obligado a abandonar sus estudios y se registra como deserción universitaria, que se refleja en muchas estadísticas de observatorios de educación en el país. Entonces, del 100% de los jóvenes que viven y quedan en Venezuela, apenas el 15% ha podido seguir formándose en una carrera que le permite más adelante tener una opción en el campo laboral formal.