Mantener comedores universitarios es casi imposible

Para las principales universidades del país mantener los comedores operativos es una tarea casi imposible a causa del bajo presupuesto que les ha otorgado el Ministerio de Educación Superior.

La Universidad Central de Venezuela, en su sede en Caracas, en lo que va de año no tiene servicio de comedor, y a través de su centro estudiantil  gestiona procedimientos para reactivarlo. 

“El jueves fue instalada la chimenea de caldera para la cocción de los alimentos y el viernes inició el proceso administrativo para la adquisición de los mismos. Hay que hacer otros arreglos durante la semana”, informó Alfredo García, presidente adjunto de la Federación de Centros Universitarios de la UCV.

García señaló que aspiran tener el servicio en funcionamiento pronto. “Trabajamos para que se habilite el comedor antes de Semana Santa a fin de atender a más de cuatro mil 700 estudiantes que lo utilizan en la universidad”, afirmó. 

Agregó que el ministerio se comprometió a suministrarles la principal parte de los alimentos, ante el poco presupuesto que se asigna al alma mater. Los retrasos en las entregas de los alimentos por parte del ente es un punto que tienen en común los comedores de diferentes recintos universitarios.

“Desde hace tres semanas el ministerio dejó de proveernos carne, por eso solo se sirve sopa con yuca, y en días más críticos solo sopa en el almuerzo. Para el desayuno y la cena se ofrece pan sin acompañante. Estos no son alimentos para un estudiante universitario”, manifestó Javier Silva, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Simón Bolívar.

Una realidad similar se observa en los comedores de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador en sus distintas sedes, aseguró el rector Raúl López Sayago.

“Por problemas de distribución del Ministerio de Educación, a pesar de que los comedores están operativos, en ocasiones no funcionan, pero no depende ya de la universidad sino de que lleguen a tiempo los insumos. Por eso a veces tenemos a los muchachos comiendo solo arroz. Los estudiantes no pueden asistir a clases con hambre”, dijo.

La Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre reabrió, progresivamente, la semana pasada sus comedores en sus cinco sedes luego de que el 1º de marzo, por falta de insumos, los cerró en cuatro de ellas. Sin embargo, persisten inconvenientes para el completo funcionamiento del sistema.

 “Aún hay problemas, como por ejemplo la llegada lenta de la comida. De hecho, los insumos solo nos alcanzan hasta esta semana. En nuestro núcleo en La Yaguara hay que reparar parte del sistema de refrigeración, por lo tanto hemos estado sirviendo un menú vegetariano”, indicó Rita Áñez, rectora de la Unexpo.

Áñez afirmó que es responsabilidad del ministerio mantener los comedores universitarios activos. “No solo es abrir el comedor, es mantener el servicio y eso depende del ministerio. Debe haber una reflexión en torno a los costos por parte de ellos, con la inflación que hay son necesarios créditos adicionales”, aseveró.

En esto coincidió López Sayago, quien criticó que debe ocurrir un  replanteamiento del presupuesto. “Lo más grave es la falta de sinceridad en el presupuesto, debido a que el ministerio sitúa el precio de cada plato de comida en 10 mil bolívares. Hay que sincerar el presupuesto”, destacó El Nacional. 

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