Aún sin entender el por qué, familiares, amigos y allegados de Fernando Andrés Manzur Quirós, de 21 años, le dieron su último adiós en el cementerio San Sebastián. La caravana salió ayer, a las 11.00 de la mañana, de la funeraria Mansión Apostólica. El cortejo lo custodiaban cuatro motorizados de la Policía municipal de Maracaibo.
“Mi nieto era un pan de Dios”, comentó Edinson Quirós, abuelo materno del estudiante, quien además no comprendía cómo sucedió la balacera donde lo mataron. “Él era una persona muy especial”.
El anciano recordó que Fernando salió, el pasado sábado, de su casa en la urbanización Santa Fe hacia una farmacia en la avenida Cecilio Acosta, al norte de Maracaibo. Dos antisociales lo sometieron y se lo llevaron en la camioneta Fortuner, blanca, placa AD236SV, de su padre. “Nunca despachaba la mercancía solo, era la primera vez”.
A las 12.30 del mediodía ingresó el carro fúnebre al cementerio, algunos de los asistentes ayudaron a bajar las 10 coronas de flores que adornaban la urna. Seis hombres, entre familiares y amigos, bajaron el ataúd.
Sobre su féretro reposaba el uniforme con el que jugaba fútbol, deporte que le apasionaba y gustaba enseñar a niños, de cinco años, en las canchas de la avenida 5 de Julio.
Las mujeres recorrieron el camino con flores blancas en sus manos. Jóvenes y adultos lloraban, mientras caminaban al sepulcro.
“Era mi mejor amigo, mejor persona no podía ser”, expresó Gianpaolo Cabalo, quien no puedo continuar hablando. El llanto le cortó la voz. Conocía a Fernando desde hace 17 años y se negaba a creer que su entrañable amigo ya no estaba.
Se defienden
Los dos funcionarios investigados por el crimen del estudiante se defienden. Alegan que los hampones los arrollaron, motivo por el cual tomaron la decisión de disparar por proteger sus propias vidas, indicó uno de los investigadores.
Los sospechosos permanecerán en el comando de la Brigada Motorizada de la Policía regional hasta que un tribunal lo decida. En las primeras experticias se conoció que Fernando Manzur presentó tres heridas de bala.
En la Policía científica esperan los resultados de las pruebas criminalísticas y una vez que se tengan serán enviadas al Ministerio Público.