Apenas sale el sol en Maracaibo, pero las personas despiertan y saben que habrá un “trancazo”. Algunos deciden no salir y faltar a la universidad, cita o trabajo. Los “osados”, se arriesgan y cumplen sus actividades aunque esos les cueste superar barricadas, sudar la “gota gorda”, dejar el miedo de lado o pasar un mal rato.
Luisa, de 50 años, inició su recorrido a las 4.30 de la tarde en el centro de la ciudad y su destino era el Kilómetro 4. Debía decidir entre arriesgarse y caminar o esperar a que finalizara la actividad y que la noche la agarrara en la calle. Su periplo lo inició sola, pero a los pocos minutos se le “arrimó” a dos extraños y con cartera acuesta y «pañito» en mano emprendió su recorrido.
Cada paso que daba la agitaba. Para ella las cuestas se hacían montañas. Desde que salió del Palacio de Justicia pocas fueron las palabras que cruzó con los extraños y solo se dedicó a seguirlos sin llegar nunca a preguntar qué calle o cuál ruta iban a tomar.
A todo riesgo
Para llegar, propios y visitantes se encuentran a su paso barricadas con troncos, muebles, árboles, cauchos quemados, vidrios o carros, mientras que muchos deben pagar peaje o reciben insultos. Otros no consiguen mayor resistencia, apoyan la actividad, son aupados por los vecinos a continuar, les dan agua o le facilitan una silla para reposar y luego continuar.
Caminar por varios kilómetros puede trastocar la salud física y mental de quienes no están acostumbrando a realizar esta actividad por lo que compromete su presente y futuro, además de su tranquilidad. El cansancio y agotamiento son tan solo algunas de las implicaciones que se pueden generar. En reiteradas ocasiones compromete su integridad al caminar por barriadas o urbanizaciones que no conoce y que los vecinos saben que no pertenece al lugar.
La distancia “desproporcionada” a recorrer, puede ocasionar hipertensión arterial, arritmias, infartos e incluso la muerte. Así lo explica Juan Carlos Araujo, médico zuliano, quien asegura que de estas patologías pueden llegar a sufrir un golpe de calor, deshidratación, traumatismos por caídas, dolor de cabeza, desmayos, vómitos o ampollas en los pies.
Molotov para la vida
La “complejidad” del camino aunado al kilometraje y la mala alimentación, hace que cumplir esta rutina genere pérdida de masa muscular que ocasiona aún más desnutrición. A corto plazo, esto impacta en la productividad de la persona en su lugar de trabajo, estudio o esparcimiento, mientras que a mediano plazo puede causar la muerte y a largo una discapacidad funcional.
A nivel psicológico, estas situaciones pasan facturas y es que durante el trayecto, los caminantes, se embarcan en una «especie de montaña rusa» que llega a ser positiva o negativa al igual que sus emociones y sentimientos. En apenas tres kilómetros, las personas pueden llegar a sentir euforia, admiración, gratitud, optimismo, alegría, diversión u agrado, pero también enfado, odio, indignación, impaciencia, estrés, rabia, impotencia, miedo, tristeza o frustración dependiendo de la situación a la que se enfrenta.
El periplo de Luisa culminó en el Hospital General del Sur tras recorrer más de siete kilómetros y atravesar todas las barriadas de Los Haticos. Su compañía durante el trayecto fue de poco hablar y a pesar de que rompió una «regla de oro» y comenzó a hablar por teléfono, ni los manifestantes ni los delincuentes ni la hipertensión arterial, le truncaron el camino que aseguro volverá a transitar.
¿Cuánto camina usted?
Desde-Hasta Kilómetros (ida o vuelta)
Centro de Maracaibo-Galerías 5.2
La Curva de Molina-Galerías 3.2
Centro de Maracaibo-La Curva de Molina 8.4
5 de Julio – Terminal de Pasajeros 4
Centro de Maracaibo-Kilómetro 4 11.5
Plaza de La República-5 de Julio/Delicias 2
18 de Octubre-Centro de Maracaibo 7