¿Qué cambió dentro del Miss Universo?

Un grupo de expertos analiza las decisiones del concurso de belleza

Horas después de la elección de la Miss Universo 2016, no paran los análisis sobre qué pasó en Manila. ¿Qué busca ahora la organización que realiza el concurso de belleza?, ¿por qué Mariam Habach no quedó en el Top 13? Maritza Sayalero, Miss Universo 1979; Jacqueline Aguilera, Miss Mundo 1995; la diseñadora Daniela Panaro, y el comunicador social José Rafael Briceño procuran dar respuestas a estas interrogantes.

«A mí me pareció interesantísimo que estén poniendo a hablar cada vez más a las participantes, que le hayan hecho la misma pregunta a las tres finalistas, aunque me pareció injusto que a Kenia le preguntaran lo mejor y lo peor sobre Donald Trump y luego a la siguiente le preguntaran: ‘¿Qué te parecen las mujeres de tu país?'», dice Briceño.

El exprofesor de Oratoria de las misses afirma que aunque entiende que los venezolanos no comprendan que la representante del país no haya integrado el cuadro de finalistas, deben considerar varios factores. «La gente tiene que recordar que hay toda una puntuación que se acumula a lo largo de la competencia, que hay una entrevista con el jurado que uno no ve, que no sabemos cómo le fue allí, que hay unas preliminares. Especular en base a lo que viste en el show o en base a lo que estás leyendo en foros o páginas web es una absoluta demencia. Tampoco nos podemos volver locos. No podemos ganar todos los años».

La fundadora de la firma de diseño de moda No Pise la Grama, Daniela Panaro, sostiene: «si bien me siento muy orgullosa de la labor hecha este año por Mariam Habach, pienso que la percepción mundial de belleza está cambiando». Cree que la inclusión este año de mujeres con cánones de belleza distintos a los tradicionales puede estar relacionada con un mensaje de pluralidad que está tratando de enviar el certamen.

«Ya no se trata de seguir un estereotipo, sino de romperlo y darle la oportunidad a mujeres de otras razas e incluso más curvilíneas y de otras tallas, que son tan bellas como las venezolanas», expresa.

Miss Mundo 1995, Jacqueline Aguilera, tiene una opinión diferente. «Creo que se está perdiendo el norte de los concursos de belleza. Por ejemplo, Julia Morley del Miss Mundo nunca lo ha perdido, el concurso ha evolucionado, ha sufrido modificaciones, pero siempre gana una chica hermosa, en la que su atractivo predomina sobre todas las cosas. Ahora resulta que en el Miss Universo no importa la chica que se mande, uno no sabe qué se va a evaluar. Hay miles de casos de mujeres lindas que tienen problemas de peso y que son brillantes y preciosas. Si quieres reconocerlas, entonces haz un concurso aparte o elimina el desfile en traje de baño, si es que no te importa como luzcan físicamente».

A juicio de Maritza Sayalero, la primera venezolana electa Miss Universo en 1979, «de 2015 para acá ha habido una serie de modificaciones; este jurado estuvo integrado por una cantidad de exmisses, me parece que todos esos elementos tienen que ver con el mensaje que la empresa trató de dar la noche del domingo: Ha llegado el momento de incluir».

«La belleza va más allá de lo físico. Mira el caso de la representante de Canadá, Siera Bearchell, que destacó no sólo por sus amplias curvas, sino porque además lucía mayor, pese a que cuenta con 23 años; o tomemos el ejemplo del cuadro final: las que quedaron rompían con el patrón de belleza al que nos han acostumbrado», subraya. «¿Será que están hartos de nuestro tipo de belleza y decidieron darle oportunidad a otros países que poco habían figurado en el Miss Universo?», reflexiona Sayalero.

El profesor universitario José Rafael Briceño celebra los cambios. «A mí me parece interesantísimo que abran ese compás y le den a entender al televidente que no hay un solo patrón de belleza, una sola medida de lo que debe ser hermoso. Un canon de belleza siempre tendrá elementos relacionados con la proporción y gracia sin importar el peso. El peso no puede ser solamente un canon de belleza, la proporción es un canon de belleza».

«Los comienzos son difíciles. Creo que también hay que entender el tema de ir gradualmente, el hecho de que le estén dando espacio a otras visiones de la belleza promete. Es un indicio de que van a venir concursos cada vez más interesantes. Fíjate que, en medio de todo, Francia es una chica hermosa pero del promedio. Para mí hubiera sido interesante que le dieran la corona a Haití», agrega Briceño. 

Jacqueline Aguilera confiesa que le sorprendió que la venezolana Mariam Habach no quedara en el Top 13. «Estaba convencida que esta chica quedaría entre las finalistas, además es una tradición que Venezuela clasifique en el Miss Universo. Pienso que tendrían que haberla incluido, algo muy extraño sucedió ahí porque aunque no la conozco mucho, sé que su entrevista no pudo haber sido tan fatal como para que no lograra quedar entre las semifinalistas; tan mala que le restara todo lo que había logrado».

«El Miss Venezuela tendrá que ajustarse a lo que busca ahora el Miss Universo, modernizarse, evolucionar, cambiar, buscar a la chica común o a una súper inteligente y atractiva físicamente, a una que se desenvuelva bien a la hora de hablar, jugársela», sentencia Aguilera.

NOTIZULIA / El Universal

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