Qué significa que una persona use perfume todos los días según la Psicología

Qué significa que una persona use perfume todos los días según la Psicología

El perfume es más que un simple accesorio; es una extensión de la personalidad y un reflejo del estado de ánimo. Para muchas personas, aplicarse su fragancia favorita antes de salir de casa es un gesto tan esencial como vestirse. Este hábito no sólo está ligado al placer sensorial, sino que también puede revelar aspectos profundos sobre la mente y las emociones.

El hecho de que una persona use perfume todos los días puede estar relacionado con la autoestima, la seguridad personal e incluso con la construcción de una rutina emocionalmente positiva. Aplicarse una fragancia específica puede generar una sensación de bienestar y estabilidad, funcionando como un ancla sensorial que refuerza la confianza y la identidad.

El uso diario del perfume no se limita a una cuestión estética; está profundamente ligado a la identidad, la memoria y la forma en que nos relacionamos con los demás. A diferencia de otros estímulos sensoriales, los aromas tienen un acceso directo al sistema límbico, la región del cerebro encargada de procesar emociones y recuerdos, lo que explica su fuerte impacto en nuestra percepción y bienestar.

Para la psicología, el uso del perfume también puede ser una forma de influir en las emociones, reflejar necesidades afectivas y generar sensaciones de bienestar o confianza. Más allá de su función aromática, las fragancias pueden convertirse en una herramienta para proyectar seguridad, transmitir tranquilidad o reforzar la identidad personal a través de los olores que elegimos para acompañarnos cada día.

La memoria olfativa es una de las más duraderas y tiene la capacidad de provocar reacciones intensas, dependiendo de las experiencias que cada persona haya asociado a una fragancia en particular. Según un artículo de la tienda en línea Perfumerica.mx, al elegir un perfume pueden ocurrir dos efectos que muchas veces pasan desapercibidos:

  • Se pueden activar recuerdos preexistentes de otras personas. Un aroma familiar puede transportar instantáneamente a alguien a un momento del pasado, evocando la presencia de una persona específica o una experiencia vivida.
  • Se crean nuevos recuerdos vinculados a esa fragancia y una emoción en particular. El perfume que usamos a diario puede convertirse en parte de nuestra identidad y, con el tiempo, quedar grabado en la memoria de quienes nos rodean.

“Todos tenemos memorias asociadas con perfumes específicos, como puede ser el perfume que usaba tu mamá o papá, una expareja o amigo. Incluso el olor específico de un lugar. Tal vez si usas la misma exacta fragancia que usaba tu madre, podrías desencadenar recuerdos en tus hermanos o en otros parientes que ubicaban a tu madre con ese perfume”, explica el sitio.

Infobae