El empate cambió el ánimo del Merengue, que nunca pudo volver al control del juego en Vallecas. Las bajas hicieron mella en el plantel de la Casa Blanca, que también tiene en el medio la definición de la serie de Champions ante Leipzig.
Bellingham fue la ausencia más reciente, por una lesión del tobillo, mientras que en la zona defensiva Ancelotti tiene que hacer malabares para poner una línea de cuatro lo más sólida posible. Ante Rayo, Tchouaméni fue central junto a Nacho, Fran García estuvo en el lateral izquierdo y Lucas Vázquez hizo de lateral derecho.
Vinicius estuvo apagado y Joselu solo se quedó en aquel tanto que marcó a los tres minutos de juego. Los cambios tampoco movieron la aguja. Rodrygo lució impreciso, Tony Kroos no pudo aportar con algún pase incisivo y, para colmo, si las lesiones ya complicaban el contexto, Dani Carvajal reaccionó mal en los últimos minutos del partido y se fue expulsado, por lo que será una baja más para Carletto ante Sevilla.
Lo único positivo para el Madrid es que, a pesar de empatar contra un equipo que solo pudo ganar un juego de los últimos catorce, mantiene una diferencia de seis puntos sobre Girona, que todavía tiene que jugar ante el Bilbao como visitante en una parada compleja. A lo lejos, en silencio, Barcelona quedó a ocho puntos y aún sabiendo que tiene que jugar contra el Madrid y Girona.
La definición de LaLiga será para el infarto y el Madrid sabe que ya no puede dejar pasar más oportunidades de extender su liderazgo
ESPN