El recién electo presidente de la República de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, anunciaba, lo que consideraba un paquete de medidas económicas necesarias para encarrilar de nuevo al país, pues heredó de su compañero de militancia, Jaime Lusinchi una Venezuela quebrada. Las medidas incluían el alza en 30% de los precios de la gasolina, incremento del 30% de las tarifas del transporte público por tres meses, pudiendo elevarse a 100% y todo ello devino en un incremento de los precios en productos, bienes y servicios, lo cual provocó un estallido social, impulsado por la creciente desaprobación de la gestión del presidente Pérez, la ruptura con su partido Acción Democrática y la falta de nuevos liderazgos.
La masacre ocurrió el día 28 de febrero cuando fuerzas de seguridad de la Policía Metropolitana, Fuerzas Armadas del Ejército y de la Guardia Nacional salieron a las calles a controlar la situación. Aunque las cifras oficiales reportan 276 muertos y numerosos heridos, algunos reportes extraoficiales hablan de más de 300 personas fallecidas y 2.000 desaparecidas.
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La gente de escasos recursos de la capital, en zonas populares como Catia, El Valle, Coche y Antímano, tomó el control de las calles. Los canales de televisión transmitían en vivo los hechos, al principio en los sectores populares había protestas pacíficas, pero ante el abuso, la brutalidad y la ineficacia de los cuerpos de seguridad, se producen más enfrentamientos, motines y protestas, cada vez tornándose de forma más violenta.
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En horas de la tarde, había problemas en casi todos los barrios populares y urbanizaciones de Caracas, los comercios habían cerrado y el transporte público no prestaba servicio.
En los días siguientes, los medios de comunicación mostraron imágenes que permitieron ver la magnitud de los saqueos. Durante muchos meses se discutió cómo pudo acontecer algo tan violento en Venezuela.
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Protestas violentas también se originaron en otras ciudades como La Guaira, Maracay, Valencia, Barquisimeto, Mérida y Ciudad Guayana.
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Se registraron locales saqueados en Caracas: 900 bodegas, 131 abastos, 95 ferreterías, 62 papelerías, 850 negocios de mercancía en General. Hubo 154 incendios en la capital de la República.
Diferencias entre El Caracazo y las protestas de 2017
El sociólogo y politólogo Octavio Salazar enumeró varios elementos que destacan a la hora de contextualizar ambos acontecimientos. A su juicio, el 27 y 28 de febrero de 1989, “el país gozaba de una democracia con pleno respeto tal ejercicio, imperfecta, con una corrupción galopante, con desaciertos políticos, pero con un ‘intocable’ respeto por los preceptos democráticos, en cambio en 2017 se produjo una protesta en una semidictadura, una tiranía disfrazada de democracia donde veremos visibles diferencias entre un contexto y otro”.
Las diferencias más marcadas según Salazar son:
1.- En 1989 no había la escasez tan aguda, la crisis de medicamentos tan fuerte, la corrupción tan profunda y la perversión de un gobierno con muchos delincuentes en altos puestos y la prueba está en todo lo que hoy en día ha sacado el fiscal Saab.
2.- En 1989 la Fuerza Armada Nacional solo obedecía órdenes del Ejecutivo y actuaron bajo esas órdenes, pero no ostentaban cargos ministeriales ni enjuiciaban a civiles ni tenían participación directa en las decisiones del alto Gobierno, más que las concernientes a la función que les otorgaba la Constitución de 1961 y la que le sigue otorgando la Constitución vigente.
3.- En 1989, había libertad plena de prensa, los medios impresos y audiovisuales se cansaron de transmitir los hechos ocurridos antes, durante y después del 27 y 28 de febrero sin mordaza alguna. Hoy no hay medio que dé cobertura a actos de protestas porque están amordazados y amenazadas sus concesiones y hasta su personal, desde los propietarios hasta los periodistas.
4.- En 1989 había separación de poderes y la prueba fue el posterior enjuiciamiento de Carlos Andrés Pérez cuatro años después por malversación y corrupción. La autonomía entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, era bastante clara, aun cuando había respeto y armonía en la relación de sus funcionarios.
5.- En 1989 la economía estaba en un proceso de recesión muy fuerte, pero jamás hubo persecución a la empresa privada ni expropiaciones ni confiscaciones, había respeto a la libre actividad económica.
6.- En 1989 no había ese rechazo internacional que hoy tiene el régimen venezolano, las relaciones de Venezuela con sus vecinos se cimentaron en el marco de la diplomacia y la democracia.
7.- En 1989 no hubo éxodo de venezolanos hacia el exterior, jamás la frontera con Colombia fue el puente para la salida desesperada de miles de venezolanos.
8.- En 1989 se produjo el primer gran bajón histórico de producción petrolera en Venezuela como consecuencia de los desaciertos económicos y la corrupción, pero nunca a niveles tan bajos como los de ahora, nunca la industria y sus instalaciones experimentaron un deterioro tan notable como el que actualmente padece y las desmejoras laborales y salariales de su personal de la Pdvsa actual para los pelos.
9.- En 1989, pese a la recesión económica y a los bajones históricos en las cifras del comportamiento macroeconómico, Venezuela seguía produciendo muchos de los rubros que hoy importa. Para ese año, Venezuela aún exportaba leche, arroz, carne, caraotas, hoy en día el pueblo no cuenta con estos rubros y para conseguirlos debe hacer magia.
10. La inflación en 1989 se situó en 81 % considerada un pico alto para un año fiscal, pero en 2017, solo en el mes de diciembre la inflación se situó precisamente en 81% para totalizar un acumulado en el año de 2 mil 735% según datos de Ecoanalítica, una verdadera catástrofe económica que deja a 1989 en pañales.
11.- En 1989 los funcionarios del alto Gobierno eran vinculados a la derecha y a la alta burguesía del país, que sin ser mayoría, era la que ostentaba el poder, en consecuencia las protestas y en específico esa gesta del Caracazo fue protagonizada por los pobres, por los cerros de Caracas que bajaron como un vendaval reclamando comida y que luego se transformó en una de las acciones vandálicas colectivas más grandes en la historia venezolana. En 2017, protesta la clase media y media alta, los pobres están dominados bajo consignas socialistas y a través de beneficios económicos que considero migajas, como el carnet de la patria, la tarjeta hogares de la patria, las misiones y grandes misiones y las cajas CLAP, instrumentos que hasta ahora les ha resultado eficaces al gobierno para controlar a los cerros de Caracas, quienes son los corajudos con la capacidad para escenificar protestas de la magnitud del Caracazo, hoy en día, la clase media empobrecida, diezmada, aniquilada políticamente, anómica, acéfala, desorientada y desgastada no tiene la capacidad, la fuerza y la maquinaria para levantar otro Caracazo.
12.- En el país ha habido algo más que un Caracazo durante el 2017. El total de muertos contabilizados en 2017 en Venezuela es de 157 personas, muy cercano al oficial de muertos del Caracazo, pudiéramos decir, por ejemplo, que en Venezuela hubo un Tachirazo, pero nadie lo cataloga así, porque la anomia se ha convertido en este país en algo lamentablemente rutinario y pareciera que ya los muertos no duelen como antes.
NOTIZULIA / Con información de Panorama