Los ladrones de carros se mudaron a las paradas del transporte público de Maracaibo. Ya no buscan cualquier vehículo, ahora persiguen «los repotenciados», con cauchos, caja, motor, batería y otros detalles mecánicos y de latonería nuevos. De acuerdo al sondeo de los gremios se roban 20 por puestos diarios en la ciudad.
Al conductor de la ruta de Sabaneta se le veía nervioso. En su parada, debajo del Distribuidor Lossada en el centro de Maracaibo, un muchacho delgado, uniformado con zapatos de seguridad, jean azul y suéter gris lo miraba. Era la tercera vez en la semana se paraba a detallar su vehículo, un Maverick azul, y conversaba por teléfono. En los días anteriores tampoco usó la ruta, simplemente desapareció.
«A mí no se me monta», le advertía el chofer a un compañero. El primer día le preguntó si tenía el motor nuevo y cuánto le había costado. Este le respondió afirmativamente y le detalló orgulloso los cambios que le había hecho a su carro. Ahora se cuidaba de que no lo robara.
«El nuevo modus operandi de los robacarros es marcar los autos», explicó Erasmo Alián, presidente de la Central Única de Transporte. Se montan como pasajeros, hacen un sondeo, verifican que no expulse humo, el sonido de la máquina, la tapicería y los cauchos. Una vez estudiado el chofer y su carro programan el robo.
El día del golpe los robacarros hacen sus colas en las paradas, se embarcan y en el recorrido someten al chofer y a sus pasajeros. Los abandonan en cualquier trilla y se llevan el vehículo. Lo siguiente es desvalijarlo. “No les dejan nada, únicamente el caparazón”.
Alián resaltó que antes los ladrones se dedicaban a cobrar un rescate de 300 hasta 500 mil bolívares, ahora no. Asegura que, económicamente, para los malhechores es mucho más rentable vender el carro en partes.
A José Peyo, detalló el dirigente, lo robaron a comienzos de mayo. Su Malibú, adscrito a la Línea 18 de Octubre, contaba con batería y los cauchos nuevos. Tres hombres sometieron lo dejaron botado por el retén El Marite. Los compañeros se activaron en cuanto se enteraron del asalto. A las dos horas encontraron el caparazón del carro por la Universidad Bolivariana de Venezuela.
“Hasta el tanque de la gasolina le quitaron”. El chofer y propietario del Malibú quedó sin su instrumento de trabajo con el que mantenía a su familia. “A esa persona le cuesta mucho recuperarse para poder comprar otro carro”, acotó Erasmo Alián.
Las rutas más atacadas
Según los registros de la Central Única de Transporte, las líneas donde más roban carros son: Circunvalación 3, Los Robles, Haticos, El Gaitero, Torito Fernández, Barrio San José, 18 de Octubre, El Marite, Los Lirios, Curva Rotaria y Felipe Pirela. Señalan las parroquias Antonio Borjas Romero, Venancio Pulgar e Ildefonso Vázquez como las más peligrosas para los transportistas.
Henry Duque, presidente del Sindicato Zona Norte, asegura que se han tomado el trabajo de hacer reportes para conocer los detalles de los robos. En las distintas rutas coinciden que los delincuentes atacan en horas pico, de mañana y tarde, de esa forma logran pasar desapercibidos entre la multitud de usuarios.
Los choferes trabajan nerviosos, en oportunidades prefieren no montar a quienes vean como sospechosos, otros sólo movilizan a mujeres y ancianas, para sentirse un poco más seguros.
NOTIZULIA / La Verdad