Desde la Iglesia La Milagrosa, en Los Haticos, el Gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, se sumó a los cientos de devotos de Nuestra Madre del Cielo que este lunes celebran el Día de la Virgen de la Medalla Milagrosa, advocación mariana originaria de Francia, cuya devoción se extendió por todo el mundo.
En compañía de la Primera Dama, Eveling de Rosales y miembros del Gabinete de Gobierno, el Gobernador del Zulia manifestó: «Venimos con mucha fe a venerar y a orar a la Virgen de la Medalla Milagrosa, como una expresión siempre de esperanza, de la construcción de un mejor futuro. Dios, la Milagrosa, la Chinita nos abren los caminos, para que nuestra región y Venezuela florezcan. Se apaguen las pasiones, los odios, las venganzas y surjan el amor, la paz y la prosperidad».
Rosales afirmó que desde siempre mantiene una profunda fe, fundamentalmente por la devoción de la familia. «Así como surge la devoción por la Virgen de Chiquinquirá. En mi familia hay esa bifurcación: unos que veneramos y creemos en La Chinita y otros a la Virgen de la Medalla Milagrosa. Yo soy creyente y venero a Nuestra Madre del cielo en estas dos advocaciones».
Con NDP