Rusia 2018: Culminan los amistosos y llega la hora de la verdad

Los partidos amistosos antes de la Copa del Mundo hay que tomarlo como lo que son: juegos para dar minutos a futbolistas que el técnico quiere probar, para amalgamar al grupo y engranar la habilidad individual con el predicamento táctico del estratega. Ganar o perder en un partido amistoso, así sea por la paliza que semanas atrás le propinó España 6-1 a Argentina, tienen un valor anímico, pero ningún equipo conquista el mundial en la víspera.

Recordemos a Colombia en su fantástica ruta hacia el Mundial de Estados Unidos 1994. Aquel equipo dirigido por Francisco Maturana,  venció a todos los rivales habidos y por haber. Le metió un baile inolvidable de 0-5 a Argentina en la eliminatoria y en los amistosos se dio el gustazo de superar 2-1 al poderoso Milan de Fabio Capello. Pero a la hora de la verdad, cuando todo dejó de ser un divertimento y hubo que enfrentar el Mundial, el fútbol luminoso de Colombia se fue por el despeñadero.

Así que lo mejor es tomar los juegos de preparación con pinzas, sin sacar conclusiones definitivas. Lo que vimos del triunfo 2-0 de Brasil ante Croacia confirmó todo lo que ya se sabe de la verdeamarilla. Es un equipo que juega de memoria y que cuando decide tomar el control del balón, acelerando el ritmo de las acciones es una maquinaria imparable. Neymar volvió a la cancha y apenas necesitó un par de minutos para mostrar su maestría. La última línea sigue siendo la única debilidad de Brasil. En un partido en el que Croacia apenas se insinuó en el ataque, Thiago Silva cometió un par de errores que en un partido en serio pueden ser fatales como hace cuatro años en la emboscada 1-7 de Alemania en semifinales.

Argentina tuvo un duelo recreativo ante Haití para liberar presión y reconciliarse con su atribulada hinchada. Messi en estado puro deleitó con tres goles. Lo mejor fue que el astro del Barcelona parece haber conseguido en Christian Pavón alguien con quien tirar paredes y recibir un pase en lugar de ladrillazos. La mala noticia es que Gonzalo Higuaín mantiene la costumbre de fallar anotaciones cantadas.

España mostró en el 1-1 ante Suecia su eterno problema, incluso cuando levantó la Copa del Mundo en Sudáfrica 2010: la ausencia de un matador. Diego Costa no termina de encajar en el fútbol de toque, movilidad y búsqueda del espacio libre que proponen los jugones del mediocampo con el maestro Andrés Iniesta de oficiante. Para destacar en España, el ida y vuelta de Álvaro Odrizola (22 años). Suplió la ausencia del lesionado Dani Carvajal con dominio absoluto de la banda derecha y anotó un golazo de feria. La verdad verdadera, sin embargo, la veremos a partir del 14 de junio en Rusia.

NOTIZULIA/ Gerardo Blanco / Líder

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