La cultura zuliana recuerda el nacimiento del Padre Luis Guillermo Vilchez Soto, promotor cultural del Zulia a través de la fe.
Conocido cariñosamente como padre Vílchez, nació en El Caimito, municipio Miranda del Zulia, el 24 de abril de 1924. Desde joven sintió el llamado al sacerdocio y en 1937 ingresó al Seminario Diocesano de Maracaibo.
Fue ordenado sacerdote en la Catedral Metropolitana de Maracaibo, con la unción de monseñor Marcos Sergio Godoy, el 5 de diciembre de 1948. Oficia su primera misa en la iglesia de Los Puertos de Altagracia el 26 de diciembre de ese mismo año. Su brillante apostolado lo comienza en Isla de Toas, hoy, municipio insular Almirante Padilla, Zulia, donde se gana el amor y la admiración de toda la feligresía. Fue allí donde inicia sus actividades musicales y deportivas.
En 1953 es designado Cura Párroco de la Iglesia del Santísimo Cristo, único templo católico que existía en la parroquia San Francisco de Maracaibo. Después de ser recibido por el sacerdote saliente, Ángel Ríos Carvajal, y de otras personalidades de San Francisco, el presbítero Vílchez se arrodilló frente al altar de la iglesia y pidió a Dios poder llevar con gran éxito la obra misionera que desde ese momento le tocaría cumplir en su nueva parroquia.
«El Curita» o «El Socio», como también era conocido, congregó a la juventud en el Frente Juvenil de San Francisco, creó los periódicos Lumbre y El Municipal, el programa radial Juventud en Marcha, transmitido por la emisora católica La Voz de la Fe 580 AM; fundó el Liceo San Francisco, mejor conocido por todos como «El Liceo del Padre Vílchez»; formó los conjuntos gaiteros San Francisco, Los Zagalines, Los Zagales y Las Espiguitas del Padre Vílchez.
Logró que se llevara a cabo la construcción de la llamada «Basílica Menor» de San Francisco, hoy uno de los símbolos más emblemáticos de ese municipio zuliano.
Monseñor Luis Guillermo Vílchez falleció el 30 de agosto de 2013, a causa de un paro respiratorio.
Este 24 de abril familiares y amigos celebran los 100 años de su natalicio recordando su obra visionaria, sus luchas y su amor por el folclore zuliano.