Tala de árboles contradice funciones de Hidrolago

Tala de árboles contradice funciones de Hidrolago

Rafael E. Fernández

Una grotesca, insólita, deplorable y cuánto calificativo sea válido es la situación observada frente a la estación de bombeo de agua, Santa María, en la parroquia Chiquinquirá, que es administrada por HIDROLAGO dónde a “alguien” le nació la idea de destruir unos árboles en la entrada de ese lugar donde abastecen de agua camiones cisternas, olvidando cuáles son las condiciones ambientales de Maracaibo

El calendario nos dice que llegó mayo, el mes de las lluvias, flores y del reverdecer de los árboles que nos brindan oxígeno, sombra y son aposento para la multiplicación de las aves, insectos y otras criaturas de Dios, pero en Maracaibo esa verdad choca contra el atraso mental de personas, —públicas, privadas o particulares—, que no lo piensan dos veces para destruir lo que a la naturaleza le cuesta tiempo entregarnos.

Una grotesca, insólita, deplorable y cuánto calificativo sea válido es la situación observada frente a la estación de bombeo de agua, Santa María, en la parroquia Chiquinquirá, que es administrada por HIDROLAGO dónde a “alguien” le nació la idea de destruir algunos árboles en la entrada de ese lugar donde abastecen de agua, –claro cuando hay—, camiones cisternas por la incapacidad de esa empresa del Estado que no garantiza el suministro permanente del preciado líquido de la vida y que, en ningún caso, es por culpa de las sanciones económicas cuál trapo rojo cuando la inoperancia es la que está arriba en las estadísticas de la eficiencia de los organismos públicos.

Lo sucedido frente a la estación Santa María contrasta con el florecimiento de árboles y especies vegetales que en estos días hemos observador a través de las redes sociales en el Jardín Botánico de Maracaibo, dónde éste pulmón de Maracaibo trabaja a sobre máquina para ofrecernos oxígeno y sombra debido a la realidad de tener una ciudad desértica en la que los expertos aseguran la existencia de un déficit de más de cinco millones de árboles que mitiguen el calor de la urbe que no es decir cualquier cosa. Además la ausencia de árboles no solo en la ciudad, dino en cualquier lugar del mundo abre la brecha en el crecimiento del llamado calentamiento global por la contaminación y la emisión de CO2 a la atmósfera que sentencia a la especie humana.

Además, los árboles productores de oxígeno, “purifican el aire, forman suelos fértiles, evitan erosión, mantienen ríos limpios, captan agua para los acuíferos, sirven como refugios para la fauna, reducen la temperatura del suelo, propician el establecimiento de otras especies, regeneran los nutrientes del suelo y mejoran las condiciones ambientales”. Asimismo, gracias “al proceso de fotosíntesis, los árboles son capaces de absorber CO2 de la atmósfera y expulsan como desecho el oxígeno que necesitamos para vivir. De esta manera, los árboles actúan como sumideros naturales de carbono gracias a su capacidad de absorción de este gas que necesitan para crecer”.

En descargo de la reprochable acción y por respeto a la ciudad y a sus habitantes, esperemos que las autoridades de HIDROLAGO everiguen lo sucedido y apliquen sanciones, correctivos, no escondiendo nunca como el avestruz la cabeza debajo de la tierra. También que promueva jornadas de siembra de árboles en la ciudad y en las cabeceras de ríos y embalses donde circula el agua que requerimos para vivir. En todo caso otras autoridades ambientales de cualquier nivel de gobierno debe indagar y no permitir que hechos lamentables de este tipo sean repetidos. Tenemos como país una de las mejores legislaciones ambientales del mundo que si no se aplican es como decir que son letra muerta. Lo cierto es que el “ejemplo entra por casa”.

José Aranguibel Carrasco CNP/5003