Venezuela parece ser un país sin ley, donde los vendedores de alimentos y productos no tienen un control de las autoridades, en cuanto a la sanidad y los precios. De esta manera, empeorando la crisis en el país, en relación a las enfermedades y productos que venden en las calles del país. Como las “tetas” de azúcar, café, arroz y ahora las bebidas.
Son muchas las veces que nos encontramos haciendo diligencias en las calles de nuestra ciudad y un fuerte calor golpea el cuerpo y nos produce ganas de beber algo refrescante. Por la facilidad y el precio, nos acercamos a los vendederos ambulantes de jugos y agua, compramos y consumimos, sin embargo, esto no parece la mejor opción.
Un video difundido a través de las redes sociales muestra como un vendedor de juego de naranja en San Felipe, estado Yacaruy, llena la jarra con agua de una fuga del suelo. Aunque se desconoce la procedencia del video, es una realidad que envuelve a la mayoría de los vendedores ambulantes, quienes para obtener ganancias casi en neto y debido a la alza de productos, buscan otras formas de ofrecer el producto a los consumidores.
En un país sin ningún tipo de control sanitario ni leyes, los vendedores ambulantes y demás locales de comida y venta de artículos a nivel nacional, colocan sus propias reglas. En cuanto a calidad y precio, los ciudadanos que consumen los servicios llevan desventajas, ya que no conocen la procedencia de los productos, una realidad que podría terminar en graves enfermedades estomacales y hasta fallecidos, como se han presentado casos de diferentes ciudadanos que compran productos en la calle de café, azúcar y arroz contaminado.
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