Transporte público de Maracaibo declara su muerte

El transporte público en Maracaibo inició sus actos velatorios. El carro por puesto y el autobús yacen inertes en la sala velatoria del municipio más poblado del Zulia. El entierro está anunciando para el último de este mes de manera inminente. 

Los pronósticos anunciados desde mediados de 2015 por el gremio de los profesionales del volante se cumplió. Solo el 10 por ciento, aproximadamente, de un universo de dos mil 800 vehículos destinados para el transporte colectivo presta servicio actualmente. La caída libre se intensificó durante el pasado junio producto de la inflación que elevó de manera «exorbitante» los precios de los repuestos, en su mayoría cauchos y batería que mantiene varado el 70 por ciento de la flota inoperativa. 

La falta de transporte colectivo desencadenó aún más malestar en el usuario que debe esperar hasta 40 minutos por una unidad en las paradas y los obliga a montarse «como sea» en ella para llegar a tiempo a su destino. 

La Dirección Única de Transporte del Zulia (Dutrez), habló en exclusiva para La Verdad. Rubén Esis, presidente de la Central Sindical Noroeste, anunció que la razón de ser de chofer pasó a un segundo plano. «Lo esencial es sobrevivir, aunque prestemos un servicio inseguro. Salimos a buscar el pan de cada día y tratar de mantener operativa la unidad. El último de este mes Maracaibo se queda sin transporte». 

Para él, una «inversión oportuna» por parte del Ejecutivo nacional al sector, evitaría el trágico desenlace. «Las alcaldías no tienen capacidad económica para resolver la situación actual del gremio». Señaló que otras alternativas como créditos y préstamos bancarios ayudarían a solventar la situación. «Eso lo  esperábamos, pero sabemos que al Gobierno no le interesa, están más preocupados en ver como se mantiene en el poder que de la situación del transporte público y el traslado de la ciudadanía». 

Solo un rato

Permanecer cinco minutos en una parada esperando autobús o carro, quedó en el pasado para los marabinos. Los horarios de salida se ajustaron con hasta dos horas de adelanto porque el flujo de los medios de transporte son intermitentes e inseguro. La razón es evitar el desgaste de los motores. 

Autobuses, microbuses, vans y carros por puesto optaron por trabajar solo en horas pico. Mañana y tarde. «Los choferes solo trabajan un rato. Hacen uno o dos viajes y guardan la unidad para que no se les termine de desgastar la máquina y quedarse sin el sustento en su casa». La falta de solvencia para realizar trabajos de mantenimiento a las unidades empeoró el escenario. Cada dos horas un carro por puesto pide dos litros de aceite, andan con los cauchos pelones, la tapicería sucia y rota y el motor humeando. 

Para el año 2014 el transporte público contaba con dos mil 800 unidades mixtas, según Esis. Actualmente en las 118 rutas que tiene el municipio, quedan operativas un aproximado de mil vehículos. El gremialista confesó que la modalidad más afectada son los carros por puestos. En otrora contaban con 10 mil unidades, hoy solo mil están en servicio, mientras que solo 250 autobuses hacen su mejor esfuerzo para movilizar la gente.

Ayudan como pueden

El transporte masivo es el que ayuda a sobrellevar la alta cantidad de pasajeros que a diario se quedan varados en las paradas. Danilo Leal, presidente de Dutrez y vicepresidente de Venezolana de Transporte, calificó como un «colapso dramático» la quiebra del transporte urbano en la ciudad. Resaltó que se vieron en la obligación de sobrepasar los límites permitidos de usuarios dentro de las unidades para drenar las zonas más álgidas, como La Curva de Molina, el casco central y las circunvalaciones 1, 2 y 3. 

La capacidad depende de cada modelo. Un microbús puede trasladar 28 personas sentadas y 14 de pie. No debe superar la mitad de su capacidad, sin embargo, Leal dijo que en Maracaibo meten hasta 80 usuarios. Sentenció que su desespero es incontrolable. «Tú le dices: no caben más y el usuario se monta como sea a pesar de que vamos excedidos. Es ahí donde se violan las normas de seguridad».

En el caso de los autobuses su capacidad es de 45 a 50 pasajeros. Actualmente 100 personas los pueden atapuzar. La necesidad de transporte en horas pico es «alarmante» para Leal, quien refirió que la opción que ofrece el Gobierno, el Metro de Maracaibo y sus autobuses, no cubren la flota. «Vemos con mucha preocupación que las estaciones del Metro en momentos de mayor movilización están abarrotadas de gente. No hay capacidad de respuesta del sistema de transporte masivo, eso quiere decir que esto colapsa en todos los aspectos». 

La dirección del Dutrez decretó que para septiembre el transporte público legal en Maracaibo dejará de existir totalmente. «Lo auguro porque no tenemos cómo andar. Yo creo que nosotros llegamos hasta agosto, el movimiento de los estudiantes y la población debe mermar este mes. En agosto, que es el mes de vacaciones la situación se va a poner peor, no habrá demanda». 

La pesadilla del oeste 

Eduardo González, presidente de la Unión de Conductores Paseo- El Marite y miembro del Dutrez en el oeste, describió la cotidianidad de sus compañeros con pesar. La inseguridad es «criminal» en La Curva de Molina, zona en la que convergen 40 rutas de transporte que se despliegan a la ciudad, varios grupos de jóvenes de dedican a vociferar: «aquí manda el hampa» y se dedican a arrebatar celulares, carteras y dinero en las narices de efectivos policiales. 

«La zona oeste de Maracaibo es de nadie, eso es un desastre. En La Curva de Molina hay un puesto de la Policía regional, pero es insuficiente.  Cuando uno va de La Curva al retén la delincuencia es criminal. Ni siquiera el gobernador Arias Cárdenas logró que Biagio Parisi, secretario de Seguridad y Orden Público, se reúna con nosotros, no sé qué pasa. Esto es una anarquía total y nosotros responsabilizamos a los cuerpos policiales, porque son ellos los que tienen que poner el orden y al contrario andan en cosas malas. Matan a los choferes y nadie hace nada».

Precios increíbles 

Un autobús puede producir entre 80 y 90 mil bolívares diarios. 

Lavar el chasis o el motor vale 100 mil.

Bandas de frenos 300 mil. 

Batería para carro 155 mil.

Batería para autobús 350 mil. 

Pote de aceite 15 mil. 

Aceite hidráulico 10 mil. 

Una paila de aceite cuesta 200 mil. 

El mantenimiento de un autobús cuesta un millón 500 mil bolívares. 

 

NOTIZULIA / La Verdad

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