El zuliano Gustavo García, técnico de baloncesto, tomó las riendas de Gigantes de Guayana para la temporada 2018 de la LPB (Liga Profesional de Baloncesto) y aspira a conducirlos a un puesto entre los cuatro primeros del torneo, que arranca este 11 de mayo con el partido entre Guaros de Lara, campeones del 2017, y Gaiteros del Zulia en el Domo Bolivariano de Barquisimeto.
El estratega confía en el plantel con varios jugadores que han permanecido en el equipo por cinco y seis años, más la incorporación de Axiel Sucre que viene a aportar toda su experiencia a los bolivarenses.
“Desde que se hizo la expansión en 2008 Gigantes ha sido un equipo guerreo y batallador. Es un plantel de obreros, aquí no hay estrellas. Contaremos con Axiel Sucre que ya está culminando su carrera de una manera muy interesante y jugando un gran nivel, por lo que viene a aportar gran conocimiento al equipo”, sostuvo.
García viene de dirigir a Gaiteros del Zulia en la campaña anterior y tenía entre sus planes, según las últimas conversaciones con la directiva furrera, continuar este año al frente del quinteto aurinegro.
Sin embargo, “me llamaron de El Salvador, de Chile y de otros equipos de Venezuela y Paúl Romero (presidente del equipo) nunca lo hizo”, reveló García.
Señaló que después logró una reunión con Romero “y hablamos del equipo como tal. Luego de esa conversación yo me sentía parte del conjunto para esta campaña porque eso era lo que habíamos acordado. Después me planteó que el dinero que iba a dar el Gobierno para la liga este año no alcanzaba ni para pagar los gastos de la campaña pasada”, expuso
“Y resulta –continuó– que el año anterior no me pagaron ‘ni medio’ del contrato. Estuve más de cuatro meses frente al equipo ‘echándole pichón’, llevando vaina, pasando necesidades y problemas; no fuimos a la última gira y en general vivimos una situación muy difícil todos los que estuvimos allí y al final que no me iban a pagar nada”.
Sostuvo que después de esa reunión lo volvió a llamar la gente de Gigantes con la propuesta de dirigir el equipo y no vio otra alternativa que decidirse por esa oferta.
“Quedarme en Gaiteros, con todos esos problemas, sin sede, sin jugadores nativos disponibles era, de verdad, algo bien difícil de aceptar y por eso tomé la decisión de irme a Gigantes. Después yo veré cómo hago para recuperar el dinero que me deben porque yo siempre creí en Alirio Romero (anterior presidente del equipo fallecido) y siempre creí en Paúl, pero no se sabe hasta dónde puede uno aguantar”, aseveró.
En cuanto a la temporada la calificó como un campeonato atípico por la situación país con muchas limitantes para salir adelante. “Las divisas llegaron tarde y eso cortará la campaña prácticamente a la mitad con dos grupos: uno que jugará por oriente y otro por occidente. No quiero sacar cuenta de cuánto cuesta una noche de alojamiento para 25 personas ni un pasaje aéreo”, exclamó.
Según su apreciación lo accidentado del inicio de temporada no ha permitido a algunos equipos ni siquiera comenzar con la preparación, a pesar faltan apenas dos semanas para arrancar. “Algunos tienen problemas con la Federación Internacional de Baloncesto (Fiba), otros no han llamado a su personal y muchos jugadores criollos se encuentran jugando en el exterior”, aseveró.
Añadió que también será una limitante el hecho que cada equipo solo jugará ocho partidos en su casa y ocho en la carretera. “Sin embargo creo que la idea es que todo salga bien, que la liga pueda salir y hacer su torneo y que el Gobierno vea que se cumpla con lo que ellos están ayudando y que haya de nuevo trabajo para un gran grupo de venezolanos, aspectos que al final son muy positivos dentro de toda esta crisis”.
NOTIZULIA / Vía Panorama