Rafael E. Fernández
La inflación y las restricciones gubernamentales han tornado cada vez más obsoletas las tarjetas de crédito en Venezuela, perjudicando a la población, cuyos salarios son insuficientes para cubrir la canasta básica alimentaria, aseguraron fuentes de la industria bancaria, analistas y consumidores.
Según recordó la agencia de noticias Reuters, el gobierno venezolano impuso estrictos requisitos crediticios durante el colapso económico de Venezuela, lo que permitió a los bancos prestar un máximo del 27% de su flujo de caja, lo que envió a los empresarios locales al extranjero a buscar préstamos.
«Son inútiles», dijo a Reuters la administradora Lina Pereira, de la ciudad central de Valencia, sobre sus dos tarjetas de crédito, ambas con límites bajos. “Mis padres compraron electrodomésticos y computadoras con sus tarjetas de crédito, pero eso es un recuerdo para los venezolanos”.
En su reportaje, la periodista Mayela Armas expone que a medida que los ingresos han disminuido y el costo de vida ha aumentado, las tarjetas de crédito se han vuelto vitales para que muchas personas realicen compras diarias en supermercados y farmacias, incluso cuando los límites de crédito se estancan y algunos bancos eliminan las tarjetas por completo.
«Los bancos no tienen forma de prestar y necesitamos estos créditos», dijo Pereira, de 36 años, y agregó que el límite total de sus tarjetas ahora es de $2 al mes, tan bajo que ya no puede usarlas para comprar alimentos, como lo hizo hace un año.
Las tarjetas representaban solo el 2% -equivalente a unos $16 millones- de la cartera de crédito de los bancos venezolanos a fines de diciembre de 2022, según la superintendencia de bancos nacional.
Reuters reseñó que pese a que algunas tarjetas de crédito locales tienen límites más altos de entre $30 y $100, «todavía se quedan cortas«, considerando que el costo mensual promedio para garantizar la alimentación de una familia fue de unos $370 en diciembre, según el Observatorio Venezolano de Finanzas.
«El crédito al consumo es lo que se castiga. Es lo menos probable que se entregue», dijo el economista Luis Arturo Bárcenas, de la firma de analistas Ecoanalítica. «A menudo, estos créditos no eran solo para comprar electrodomésticos, sino también para los gastos del día a día».
Información de Reuters