El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue trasladado al recinto policial el pasado 7 de abril desde la sede del Sindicato de los Metalúrgicos en el ABC paulista, donde permaneció durante casi 48 horas resguardado por miles de manifestantes que incluso frustraron su primera tentativa de ponerse en manos de la justicia, reseñó la agencia Prensa Latina.
Dos días antes, el juez federal Sergio Moro ordenó su encarcelamiento para comenzar a cumplir una pena de 12 años y un mes decretada en enero de este año por el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, de Porto Alegre.
La condena, insisten los abogados de la defensa del ex dignatario, no es solo injusta, sino también resultante de un proceso judicial marcado desde su inicio por «groseras nulidades».
En una resolución aprobada en la propia ciudad de Curitiba, la dirección nacional del Partido de los Trabajadores (PT) reafirmó que Luiz Inácio Lula da Silva continúa siendo su aspirante a la Presidencia de la República y que registrará su candidatura el próximo 15 de agosto.
NOTIZULIA / Agencias