Notizulia
Este fin de semana, la Virgen de Chiquinquirá compartió y derramó su gracia en las comunidades parroquiales de San Pedro Apóstol.
La oración, la cultura y la devoción llenaron de colores los templos donde el fervor se hizo sentir. «Es una gracia poder contar con la visita de nuestra amada Chinita, en este barrio rodeado de tantas religiones ella viene a mostrarse como la madre que ama, y lo da todo por sus hijos» expresó entre lágrimas la señora González de la parroquia Niña María.
A las 6 de la tarde de este domingo la Chinita partió en el María Móvil a encontrase con sus hijos de Santa Mariana de Jesús. Una caravana le acompañó por la calle principal deficiente de asfaltado, donde muchos padecen por falta de servicios, de atención médica entre muchas otras necesidades, pero con un corazón lleno de fe y devoción Mariana.
A su paso, las familias la esperaban en los frentes, con celular en mano para captar ese mágico momento. Un grito se escuchó entre la muchedumbre «Chinita, meté tu mano, que no se vaya la luz» de inmediato los aplausos, seguido de un Ave María.
Así, entre los baches y huecos llegó a la iglesia Santa Mariana de Jesús, el primer templo en visitar del municipio San Francisco. Un camino de servidores laicos la recibió entre aplausos, con gaitas como fondo musical.
En los brazos de sus Servidores, los de blanco vestidos, Chiquinquirá bajó de su carruaje y allí comenzó la gracia Divina.
Esta tarde dejará su estela en Santa Mariana de Jesús para ir al encuentro de sus hijos de Santísimo Salvador, en el barrio El Callao. Otra comunidad llena de fe y necesitada de todo.
«La Chinita no arregla los problemas de las comunidades pero si llena el corazón de quien pide con amor y fe» expresó un devoto que estaba de visita en la comunidad de Santa Mariana.