Notizulia/Herly Villalobos
Referirse al tema de la basura en cualquier ciudad del mundo trae consigo una serie de interrogantes en cuanto a que medidas o estrategias adoptar, para evitar que toneladas de basura que a diario producen los humanos, puedan causar el menor daño ecológico posible, así como evitar el afeamiento de la ciudad.
Generalmente la falta de consciencia y malos hábitos ciudadanos, y en algunos casos la incompetencia gubernamental, son el detonante para que las ciudades en cuestión de días colapsen y todos sus espacios públicos se vean abarrotados de toneladas de basura, que a su vez traen como consecuencias contaminaciones de todo tipo, inclusive infecciones que pueden ocasionar graves daños a la salud humana.
Según una investigación realizada por la Organización Naciones Unidas (ONU)
“Un tercio de todos los residuos urbanos generados en América Latina y el Caribe aún terminan en basurales a cielo abierto o en el medio ambiente, una práctica que afecta la salud de sus habitantes y está contaminando los suelos, el agua y el aire. La poca capacidad de reciclaje es otro de los retos que afronta la región. Cada latinoamericano genera un kilo de basura al día y la región en su conjunto, unas 541.000 toneladas, lo que representa alrededor de un 10% de la basura mundial, según un informe de ONU Medio Ambiente”.
En la ciudad de Maracaibo, y para nadie es un secreto, que la problemática de los desechos sólidos, rebasan los límites de la tolerancia, al grado que hay comunidades a las que les toca convivir entre escombros y basura, debido a gobiernos indolentes que invirtieron poco o nada, para solventar este problema medioambiental.

Lo cierto es que actualmente existe voluntad por parte de la nueva administración gubernamental en solventar esta situación, pero es tarea de todos los ciudadanos, sumar un granito de arena y evitar botar basura en calles y avenidas fuera de los sitios establecidos para tal fin. Solo cambiando los malos hábitos como: botar basura en cualquier lugar sin importar donde, o el simple hecho de lanzar papeles al piso o cualquier otro tipo de contaminante, ya se estaría logrando un cambio significativo para colaborar con las autoridades al saneamiento de la ciudad y sus espacios públicos.
Las grandes ciudades se construyen con grandes ciudadanos.