Cómo determinar si un huevo es seguro para el consumo

Cómo determinar si un huevo es seguro para el consumo

Según informó Food and Wire, los huevos refrigerados pueden durar entre tres y cinco semanas, pero su calidad comienza a disminuir con el tiempo.

Aunque las fechas impresas en los cartones son una guía útil, no siempre son definitivas para determinar si un huevo es seguro para el consumo.

De acuerdo con Healthline, la fecha de “venta” indica el tiempo máximo que un supermercado puede ofrecer los huevos, mientras que la fecha de caducidad señala el momento en que los huevos comienzan a perder frescura.

Uno de los métodos más populares y sencillos para determinar si un huevo es fresco es la prueba de flotación.

Según detalló Food and Wire, este procedimiento se basa en el tamaño de la bolsa de aire dentro del huevo, que aumenta a medida que este envejece. Para realizar la prueba, se necesita un vaso o recipiente con agua lleno hasta tres cuartas partes

Al colocar el huevo en el agua, su posición indicará su estado: si se hunde y se acuesta de lado, es fresco; si se hunde, pero permanece en posición vertical, aún es seguro consumirlo, pero debe usarse pronto.

Si el huevo flota hasta la superficie, es probable que esté en mal estado y debe desecharse.

Sin embargo, Healthline advierte que, aunque el test de flotación es útil para determinar la antigüedad de un huevo, no siempre confirma si es seguro para el consumo. Por ello, se recomienda complementarlo con otras pruebas, como el análisis visual y olfativo.

El olfato es una herramienta confiable para identificar huevos en mal estado. Según Food and Wire, un huevo fresco no debería emitir ningún olor perceptible, mientras que uno en mal estado desprenderá un aroma desagradable, similar al azufre o a algo podrido.

Para realizar esta prueba, se debe romper el huevo en un plato limpio y olerlo inmediatamente. Si el olor es desagradable, el huevo debe desecharse y el recipiente debe lavarse con agua caliente y jabón para evitar la propagación de bacterias.

Además del olfato, la inspección visual puede revelar señales de deterioro. Healthline explicó que un huevo con la cáscara agrietada, pegajosa o con apariencia polvorienta podría estar contaminado con bacterias o moho.

Al romper el huevo, se debe observar si la clara y la yema presentan decoloraciones, como tonos rosados o iridiscentes, lo que podría indicar la presencia de bacterias.

Si la clara es demasiado líquida o acuosa, es una señal de que el huevo ha perdido calidad, aunque esto no necesariamente significa que sea inseguro para comer.

Infobae