El final violento de Luis Colmenares, mató a sus padres en Trujillo

Sin tregua. Así trabajó la comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que seguía a Luis Manuel Colmenares Betancourt,  llamado el ‘Parricida de Carache’. Mató a sus padres en esa población de Trujillo, en septiembre. 

El uso de su teléfono celular y de tarjetas de crédito y débito lo dejó al descubierto. Los funcionarios policiales querían detenerlo, pero Colmenares sacó una pistola Beretta, calibre 22 y disparó. Resultó muerto en la confrontación. 

La policía lo buscaba. A las múltiples denuncias de estafa que corrieron a su nombre en el estado Mérida, se sumó la sospecha inicial de que Colmenares estaba implicado en el asesinato de sus padres, Delmiro Colmenares y Josefa María Betancourt de Colmenares, en su casa del estado Trujillo. 
 
El 13 de septiembre, cansados de esperar que se comunicaran, los familiares de Delmiro y Josefa se presentaron en la casa, ubicada en la calle El Silencio de Carache, en Trujillo. Desde el domingo, sus vecinos se extrañaron de no verlos. 

“La casa estaba siempre con las ventanas abiertas. Josefa saludaba a todo el mundo, se levantaba muy temprano. El cambio en la conducta presagió que algo estaba mal”, dijeron efectivos del Cicpc de Valera. 

Al entrar, todo estaba revuelto en la casa y había manchas de sangre. La tierra del patio estaba revuelta. Unas pocas paletadas sirvieron para descubrir los restos quemados de la pareja. 

 “Habían vivido toda su vida en Ejido, pero tenían la casa de Carache. Se mudaron hace unos dos años”, contaron los consternados vecinos del pueblo, de unos 11 mil habitantes, ubicado en las estribaciones de la cordillera de los Andes. 

Pero, aparentemente, la causa de la mudanza de Delmiro y Josefa respondía a la inclinación de su único hijo, Luis Manuel, por el delito. “En Mérida se le investigaba por una serie de denuncias de estafa. Todo sumaba un monto millonario, con reincidencia. Incluso, los padres se habían visto envueltos en una averiguación”, dijeron los funcionarios de esa delegación. 

“Colmenares se convirtió en el primer sospechoso porque, pese a que visitaba con frecuencia la casa de Carache, no respondió llamados de familiares que lo intentaron ubicar para darle la mala noticia. Cuando se produce el sepelio, y tampoco se presenta, quedó definitivamente marcado como implicado”, dijeron funcionarios de cuerpos policiales. 

Trascendió que Colmenares “no era hijo biológico de Delmiro y Josefa. Ellos lo adoptaron”.
Las investigaciones convirtieron la presunción en certeza. “El Tribunal Cuarto de Control de Trujillo emitió una orden de aprehensión en contra de Colmenares por parricidio”, informaron fuentes de tribunales a medios locales.  

 Ayer en la madrugada, 50 días después del hallazgo de los cuerpos, comisiones del Cicpc de las subdelegaciones de Valera y Mérida, tomaron posición cerca de la casa, en el sector La Parroquia, al suroeste de la capital. 

Colmenares desobedeció la voz de alto. “Estaba resuelto a no entregarse y disparó, en varias ocasiones, contra las comisiones policiales”, explicaron funcionarios que participaron en el operativo. 

 Efectivos de criminalística recuperaron el arma y conchas de las balas. “Vamos a determinar en qué estatus se encontraba el arma”, dijeron. 

A Colmenares lo trasladaron a un centro de salud cercano donde murió. De allí, fue remitido a la morgue del Hospital Universitario de Los Andes (Hula) para la necropsia de ley. 

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