En el país sólo hay 48 centros psiquiátricos y la mayoría no tiene recursos

En el país sólo hay 48 centros psiquiátricos y la mayoría no tiene recursos

Rafael E. Fernández

La crisis de salud pública en Venezuela ha tocado todas las áreas: en la actualidad, sólo hay 48 centros psiquiátricos y la mayoría de ellos no cuentan con recursos, les falta personal y las instalaciones están deterioradas.

Así lo denunció la diputada del Consejo Legislativo del estado Mérida, Fabiana Santamaría, quien advirtió que la salud mental del venezolano está en crisis y no se está atendiendo correctamente.

«No existe una política pública nacional en materia de salud mental y no hay uniformidad ni continuidad en las políticas de prevención. Vemos que se realizan distintas iniciativas sin coordinación y eso es preocupante porque al final la salud mental es tan o más importante que la salud física«, señaló en entrevista a Radio Fe y Alegría.

Recalcó que los índices de suicidio que se conocen son gracias al trabajo del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), pero que no existen estadísticas reales. Sin la data, se complica hacer una investigación que determine cuáles son los factores de riesgo.

Igualmente destacó que al no haber suficientes centros psiquiátricos públicos lo suficientemente dotados, se hace aún más difícil abordar esta crisis.

Santamaría añadió que la mayoría de los suicidios se dan en personas de la tercera edad y adolescentes, lo que indicaría que en los primeros sería porque ya no tienen un propósito de vida, o porque sienten que ya no son útiles o productivos en la sociedad.

Mientras que con los segundos, afirmó que constató en distintos grupos de jóvenes que éstos perciben que en Venezuela no tienen oportunidades de desarrollo, por lo que se plantean dos opciones: irse del país o suicidarse.

No obstante, manifestó que el suicidio es multifactorial, aunque en los últimos casos registrados en Venezuela se evidencia el tema económico y la separación de las familias vinculada a la migración.

«Muchos hijos se han ido al país para apoyar económicamente a los padres, pero es que no es solo eso. Es el abandono afectivo, la sensación de aislamiento, el no poder salir a la calle por la inseguridad, es que no estamos viendo movidas culturales, ni deportivas sanas dentro del país», destacó.

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