Venezuela pasa del hambre a un nivel de alarma tangible por la restricción al acceso a la comida. La población pide a gritos auxilio ante la imposibilidad de adquirir alimentos por causa de la inflación. Se pierde la esperanza de que con la producción nacional o importación se pueda recuperar el abastecimiento a bajo precio, dada las limitaciones de las divisas y ausencia de una política desborda a la atención del campo.
“En Venezuela es urgente el canal humanitario. Lo advertimos años atrás sobre la hambruna, ya llegó y es urgente una salida humanitaria. Se le ha exigido al Gobierno”, alerta Werner Gutiérrez, analista agrícola e ingeniero agrónomo. Y es que las cosechas recogidas no alcanzan para cubrir la demanda de alimentos y la compra internacional de productos cayó tras el retroceso en la disponibilidad de divisas, aunado a las medidas de control gubernamental.
La Memoria y Cuenta del Ministerio de Agricultura y Tierras a 2015 -última publicación oficial divulgada por el despacho- registró el descenso de la superficie sembrada. Fijó una variación de 17 por ciento, al retroceder de 874 mil hectáreas a 725 mil el rubro de cereal, sector que agrupa arroz, maíz y sorgo, principales de la canasta alimentaria del venezolano. Las consecuencias se sintieron en 2016 y arrastran efectos en el abastecimiento de 2017.
Werner advierte que es momento de “salidas” a la crisis alimentaria. Hay que traer insumos para el campo con ayuda de países que ofrecen ayuda humanitaria. Recomendó enfocarse en los ciclos cortos, “desde el ciclo norte verano que inicia en Venezuela en octubre”, porque puede recuperarse para 2018 cosechas que redujeron niveles de producción, de superficie sembrada. La planificación y dotación de insumos, semillas y fertilizantes es “urgente.” Son esenciales para esta fase de sembrar frijol, caraotas, girasol y ajonjolí.
“El Gobierno puede hacer el canal humanitario para traer insumos. Puede haber una respuesta en enero y febrero en las cosechas. Hay cómo hacerlo”, aseguró Gutiérrez. Además, se potenciaría, en abril, la siembra de arroz. “Y habría una segunda recuperación con leguminosas” con lo que se sumaría proteína y carbohidratos al consumo.
Recalcó que se debe impulsar la producción venezolana para alejar la hambruna. Pero no es fácil mientras existan regulaciones y controles impidiendo dinamizar el campo. A lo que se une la escalada de precios de ventas de los alimentos y caída del poder de compra de las familias.
Salir de la crisis
El analista agropecuario señala que hay que traer insumos para el campo con ayuda de países que ofrecen ayuda humanitaria. Recomendó enfocarse en los ciclos cortos.