¿Qué extrañas de Maracaibo?

Maracaibo, la ciudad que vive intacta en la memoria de sus hijos, está de aniversario. La historia de su fundación está plagada de divergencias, y varios personajes resaltan en el pintoresco pasado. El primer acercamiento a la capital zuliana lo realizó Alonso de Ojeda, el 24 de agosto de 1499, descubriendo el Lago de Maracaibo, junto a Juan de la Cosa y Américo Vespucio. 

Casi 30 años después, el 8 de septiembre de 1529, el capitán alemán Ambrosio Alfínger, gobernador de Coquivacoa y capitán general de la Provincia y Golfo de Venezuela, halló una ranchería indígena en la Salina Ancha (probablemente, actual puente España), convirtiéndola en «pueblo de cristianos». Construyó un asentamiento provisional en Maracaibo, pero su búsqueda codiciosa de oro y riquezas, dejaron una estela de destrucción, que sumada a la hostilidad de las tribus indígenas, lo obligaron a marcharse. 

A la fecha tomada como oficial para la celebración de la fundación de la ciudad se opone el historiador Roberto Jiménez Maggiolo, que en uno de sus artículos, describe que en un informe presentado por Alfínger en 1530 sobre sus andanzas y atrocidades por las riberas del Lago y pequeños ríos en busca de riquezas, no mencionaron la fundación de un pueblo y el nombre de Maracaibo no lo puso él, sino que, con algo parecido denominaban los oriundos a un discreto rancherío en la Costa Occidental del Lago. 

Pasado y presente 

El 20 de enero de 1569, el capitán Alonso Pacheco refunda la localidad bajo el nombre de Ciudad Rodrigo de Maracaibo, y en 1573 la abandonan los 30 vecinos que la habitaban debido al acoso de los indios. Entre marzo y abril de 1574, el oficial Pedro Maldonado fundó Nueva Zamora de la Laguna, con funciones de puerto lacustre y marítimo, pero su creación no perduró. Fue hasta las primeras décadas del siglo XVII cuando se estabilizó el poblado tras el sometimiento de los indígenas.

Pese a los numerosos ataques de piratas, prosperó hasta asumir el control del occidente venezolano. Posteriormente vivió un período de decadencia a pesar de que en el siglo XIX ejerció un importante papel como centro exportador del café proveniente de los Andes venezolanos y colombianos, que se prolongó hasta 1917. Luego se descubrió petróleo en sus cercanías. El municipio con el mismo nombre fue creado en 1990 y se modificó su estructura política territorial a partir del 8 de marzo de 1995. 

De la historia, los habitantes de la ciudad recuerdan poco, pero extrañan la tranquilidad de otrora, los juegos tradicionales, adornar las calles entre amigos y familiares, caminar por la Basílica, así como los lugares emblemáticos y recorrer el Puente sobre el Lago, que de «noche muestra el mejor retrato de Maracaibo». 

Ante la pregunta, ¿qué extrañas de Maracaibo?, el ciudadano común se retrae a la urbe perfecta, la del brillo y los colores estridentes, la de las calles empedradas de fichitas de refrescos, esa ciudad lejana que vive y vibra en la memoria de todos.

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