En la avenida 95 con calle 57 del sector Buena Vista, parroquia Cacique Mara del municipio Maracaibo, una patrulla del Comando Estratégico Bolivariano se estrelló ayer, a las 9.05 de la mañana, contra la motocicleta de Ángel Danilo Vílchez, de 56 años, quien iba al centro de la ciudad para comprar unos repuestos.
Los vecinos comentaron que el chofer de la camioneta oficial, placa 6060, conducía con exceso de velocidad. Ambos vehículos venían en sentido opuesto, cuando Vílchez se disponía a cruzar, el oficial se tragó el pare, aceleró y lo golpeó justo en la esquina de la calle y lo arrastró unos 11 metros.
«Nunca imaginamos que un organismo del Estado fuese tan irresponsable e imprudente. No conforme con chocarlo, intentaron darse a la fuga», comentó Lesbia Vílchez, una habitante del barrio.
Al darse de cuenta de lo que había hecho, el conductor y sus acompañantes se bajaron para observar la escena. Ahí, justo debajo de la patrulla, se encontraba el cuerpo de Ángel, aún permanecía sentado sobre el asiento de la moto. Lo jalaron y posteriormente lo arrastraron por el pavimento hasta llegar a la acera, donde finalmente dejaron que reposara.
Agonizaba, la sangre brotaba profusamente de su cabeza. «No les importó dejarlo tirado ahí como un animal y luego escapar», comentó Ángel Danilo García, hijo del motorizado y técnico en reparación de electrodomésticos.
Cuando la comunidad percibió la intención de los funcionarios, inmediatamente los rodeó cerrándoles el paso, no podían escapar impunemente.
Los vecinos identificaron a los tres oficiales por el nombre que figuraba en su uniforme: M. León, J. Guerra, B. Torres.
Mujeres, hombre y niños observaban como Tránsito levantaba el cuerpo sin vida de Ángel, no salían de su asombro, describían al occiso como un hombre trabajador, responsable y precavido, exigieron a las autoridades que todo el peso de la ley caiga sobre sus asesinos
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