Venezuela destaca en el top 10 de los países más bellos y diversos del planeta entero. Situada al norte de Sudamérica, más específicamente y por su lugar en el mapa: sesenta, sesenta y seis del orden meridional, primer paralelo norte de la línea ecuatorial que de acuerdo con científicos, naturalistas e investigadores, en sus 916.645 kilómetros cuadrados concentra réplicas de toda la biodiversidad planetaria que muy pocos países o ninguno es capaz de integrar en su conjunto, sin embargo, la actividad turística de Venezuela, respecto a muchísimos otros países con muchísimo menos atractivos es tristemente nula ¿por qué?, Veamos.
El licenciado en Turismo, Raineiro Valero, lo resume así: “Históricamente, los altos funcionarios del Estado jamás sembraron el petróleo –parafraseando al literato Arturo Uslar Pietri- Esto es, nunca se desarrolló la actividad turística con filosofía de industria y de generación de ingresos en divisas, se concibió el turismo como distracción, como disfrute, como una actividad complementaria, muy, muy complementaria y ha sido la aberración histórica que como Estado ha cometido país alguno”.
Valero reafirma “Científicamente está comprobado que Venezuela compila en su tierra todas las maravillas del mundo. Tenemos desde playas, llanos, montañas, nevadas, serranías, desiertos, manglares, sabana, selva, tepuyes, pero además una riquísima historia y a pesar de la demolición de casi toda nuestra herencia histórica so pretexto de modernidad, aún tenemos muchísimo que mostrar en todo el territorio y con todo y eso solo un gobierno en nuestra historia contempló el turismo, el de Marcos Pérez Jiménez, ni antes ni después ha existido preocupación alguna sobre la industria turística”.
La Isla de Margarita, el archipiélago de Los Roques, el delta del Orinoco, el Amazonas y el Parque Nacional de Canaima con el monte Roraima son hermosos destinos turísticos como para hacer de este país sudamericano una potencia turística.
Pero no lo es, pese a que ahora el Gobierno diga que busca nuevas fuentes de divisas: “En vez de activar el aparato productivo contemplando con ello el impulso de una verdadera industria turística en el país, arman un parapeto virtual como el Petro que amplificará aún más la indetenible corrupción”, señala con indignación el profesor Valero.
Los 70’s un intento
Hubo intentos de promoción en los años 70, como los de presentar al país como «el secreto mejor guardado del Caribe».
Pero aunque los cruceros con extranjeros llegaron a Margarita entonces, y continuaron haciéndolo muchos años después, el impacto fue más local que nacional. Y, con la crisis de los últimos años, esos barcos cargados de níveos europeos y norteamericanos dejaron de llegar a la isla y la industria, en su conjunto, no hizo más que declinar.
Proyecciones increíbles
En el Informe de Competitividad Turística de 2015 del Foro Económico Mundial (FEM), Venezuela ocupa el puesto 110 de un total de 141 países, por debajo de Albania, Kuwait, Nicaragua o El Salvador, por ejemplo: “Algo inadmisible, imposible de concebir” comenta el docente del Tecnológico Readic-Unir con postgrado en Gerencia Turística.
«Venezuela nunca ha sido un país turístico porque era muchísimo más fácil producir y vender petróleo», le dice a BBC Mundo Juan Carlos Guinand, empresario turístico en Venezuela.
«Y eso genera más dinero que todo lo que implica poner a funcionar la maquinaria turística: vías de comunicación, educación en tu población, infraestructuras, aerolíneas, seguridad», explica.
Secunda esta opinión la periodista Valentina Quintero, autora de varias guías de viaje de Venezuela.
«Es una decisión política y nunca se ha tomado. El turismo nunca ha hecho falta como fuente de ingresos».
Siempre el petróleo
La dependencia del crudo ha definido desde siempre la economía del país para bien o para mal.
Como los dólares fluían al taladrar el suelo, apenas hubo intentos de diversificar y buscar los billetes en otras partes.
Pero ahora, con la fuerte caída de los precios del petróleo y la bajada en la producción nacional, Venezuela atraviesa una severa crisis caracterizada por la inflación y escasez de productos básicos y de comida por la pérdida de capacidad para importar.
«El turismo va a ser una necesidad», augura Guinand.
“Con este Gobierno o con cualquier otro enmarcado en esta involución mal llamada revolución jamás habrá una proyección del desarrollo turístico, pero un nuevo gobierno, mejor dicho, un cambio de gobierno supone necesariamente buscar divisas a través del turismo, es imperativo, es, yo diría que vital, como el oxígeno para el cerebro”, reitera Valero.
LAS PLAYAS VENEZOLANAS Y SUS CIUDADES COSTERAS ESTÁN DENTRO DE LAS MÁS HERMOSAS DEL PLANETA, RECONOCIDO ASÍ POR EXPERTOS INTERNACIONALES EN EL ÁREA DEL TURISMO, SOLO QUE ADOLECEN DE INFRAESTRUCTURA Y POLÍTICAS TURÍSTICAS
El gobierno del presidente Nicolás Maduro dice ahora que busca otros «motores económicos» para diversificar una economía que consigue con el crudo el 97% de sus divisas.
«El turismo es uno de los motores que más ha avanzado este año», dijo en noviembre Maduro, pero sin presentar cifras y sin poder ocultar el destartalamiento del país en su conjunto y la estrepitosa caída de la actividad turística por tres razones: Inseguridad, crisis económica y temor en el turista por crisis política.
Acto seguido, Maduro anunció la firma de un convenio con la multinacional estadounidense Marriot para la gestión de dos hoteles y decretó el cobro en dólares a los turistas extranjeros para generar así las divisas que el país tanto necesita.
No obstante, no hay nadie del Gobierno bolivariano que responda a ningún medio de comunicación al consultársele sobre cifras y logros en materia turística. La primera en negarse es Marleny Contreras, ministra del Turismo y esposa del segundo al mando en la revolución Diosdado Cabello.
Capacidad de mejora
El margen de mejora es amplio, de acuerdo con las cifras y los rankings por lo dicho al principio de esta nota. La belleza y condición paradisíaca de Venezuela es tal que aun viviendo la peor de sus crisis históricas, aún despierta el interés del mundo entero, sin embargo, las cifras hablan de una caída abrupta en la actividad turística a consecuencia del desguazo revolucionario.
PERO NO SOLO DE PAISAJES NATURALES PUDIERA VIVIR VENEZUELA SI IMPULSA SU INDUSTRIA TURÍSTICA, CADA CASCO HISTÓRICO DE SUS CIUDADES CAPITALES Y CADA PUEBLO EXHIBE BELLEZAS ARQUITECTÓNICAS, HISTÓRICAS, ASÍ COMO INFRAESTRUCTURA DONDE SE DESARROLLAN GRANDES EVENTOS DEPORTIVOS, CULTURALES Y DE ESPECTÁCULOS QUE NO TIENEN QUÉ ENVIDIAR A NINGÚN PAÍS DEL MUNDO, SOLO QUE LA POLÍTICA Y LOS POLÍTICOS LES HA DADO LA ESPALDA A ESTE QUEHACER TAN IMPORTANTE PARA EL PROGRESO DE ESTE IMPRESIONANTE PAÍS
Según los datos de llegadas de turistas internacionales de la Organización Mundial de Turismo (OMT) de 2014 -los últimos disponibles sobre Venezuela- sólo 857.000 personas entraron al país. En 1995 fueron 701.000.
Eso lo sitúa en Sudamérica por debajo de Bolivia y sólo por delante de Paraguay, Guyana, Surinam y Guyana Francesa.
Los ingresos por turismo en Venezuela en 2015 fueron de US$ 575 millones, según la OMT. Colombia, por ejemplo, país vecino, se embolsó US$ 4.245 millones.
Guinand cita que países de la región como Aruba, Barbados, Cuba o Costa Rica reciben muchos más visitantes.
«Algo han hecho para atraer turismo», dice, reclamando una política de largo alcance y aliento desde el Gobierno.
Infraestructuras vs riqueza natural
Montañas, tepuyes, médanos, playa y sabana se conjugan para maravillar a propios y visitantes en un mismo país, tan grande como para apreciar su inmensidad y tan pequeño como para poderlo visitar todo en un corto tiempo. Los paisajes son la marca país para el turismo venezolano
Las infraestructuras que en los años 70 hacían de Venezuela un ejemplo de modernidad en la región han sufrido el paso del tiempo y la desatención, pero peor aún, no ha habido generación de relevo.
Todo ello se ha agudizado con la crisis actual y el ejemplo es el aeropuerto internacional de Maiquetía, a pocos kilómetros de Caracas. Pese al reciente anuncio de la apertura de una ruta que unirá Estambul con La Habana y la capital venezolana, la principal puerta de entrada al país presenta un panorama desolador por la escasez de viajeros.
En los últimos meses, compañías como la alemana Lufthansa, la chilena Latam o Aeroméxico cancelaron actividades y vuelos a Venezuela por falta de demanda y problemas económicos.
Por otro lado, el mejor de los 13 indicadores medidos en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial es el de «recursos naturales», lo que habla del potencial del país.
ALGUNO DE LOS MONUMENTOS RELIGIOSOS MÁS IMPRESIONANTES DE VENEZUELA MUY POCO CONOCIDOS EN OTRAS LATITUDES POR LA MISMA AUSENCIA DE UNA VERDADERA Y SUSTENTABLE INDUSTRIA TURÍSTICA
Venezuela destaca por el contraste de sus paisajes, que combinan selva, playa y montaña.
«Es un país suficientemente grande para tener lugares diferentes y lo suficientemente pequeño para que te puedas trasladar de uno a otro en un día», destaca Guinand, que ni siquiera ve como un problema insalvable la inseguridad y la violencia del país.
«México es uno de los países más visitados y es uno de los más inseguros», dice el empresario, quien apunta a la creación de «destinos burbuja» ajenos a la violencia como solución.
Guinand cree que si algo distingue a Venezuela es el Parque Nacional de Canaima, en el sureste, en el que sobresalen el monte Roraima y la cascada del Salto Ángel.
«La naturaleza es clave, es lo que podemos vender», dice a la hora de hablar de la «marca país», a la que suma la música.
«Es un gran destino de turismo sostenible, con una puerta de entrada sencilla por las condiciones aéreas, en la punta de Latinoamérica, con fácil acceso», señala Valentina Quintero, que pide como condición para el desarrollo turístico abandonar el gran proyecto del Arco Minero del Orinoco en el este del país, por sus riesgos para el medioambiente.
La experta ve en la crisis actual una ventana. «Ahora siento que es nuestra gran oportunidad porque lo necesitamos. Por primera vez en la historia, necesitamos el turismo como fortaleza».
El magister en Gerencia Turística, Raineiro Valero complementa: “Ya el país cuenta con espacios que con poca inversión a corto plazo pueden ser fuentes de ingresos de divisas, pero concentra múltiples lugares que en mediano y largo plazo, con algo de inversión, haría sostenible en el tiempo la actividad turística con fuente, incluso secundaria, de actividad económica. El Zulia, por ejemplo, es una tierra prácticamente virgen que concentra en sus 63 mil y tantos kilómetros paisajes ensoñadores que solo les falta infraestructura y voluntad”.
Redacción Notizulia / Con información de BBC Mundo