Un niño de once años murió el jueves por la noche en Atenas después de que, durante una fiesta celebrada en su colegio, una bala perdida de origen desconocido lo alcanzara, informan hoy medios griegos.
El joven escolar se encontraba junto a otros compañeros en el patio de su escuela, un centro en el noroeste de la capital griega, cuando repentinamente cayó al suelo en lo que en un primer momento pareció tratarse de un desmayo.
De acuerdo a testigos que presenciaron la escena, el pequeño comenzó a sangrar por la cabeza, por lo que fue asistido en primeros auxilios por los profesores que allí se encontraban.
Tras no lograr reanimarlo en el lugar de los hechos el menor fue trasladado a un hospital infantil cercano, donde falleció.
Según el informe médico publicado hoy, tanto los asistentes como los sanitarios creyeron en ese momento que la sangre era producto del impacto sufrido al caer al suelo pero, al practicarle la autopsia, encontraron una bala en su cabeza.
La Policía griega, que ya ha abierto una investigación, ha asegurado que no descarta ninguna opción.
Según afirman algunos medios los disparos son «habituales» en la zona y los residentes se han quejado varias veces de supuestos actos delictivos.
El incidente se produce después de que el pasado sábado dos mujeres sufrieran heridas en las piernas, supuestamente también debido a balas perdidas, mientras estaban en dos cafeterías en otro barrio de Atenas.
NOTIZULIA/La Verdad